Vos sois, oh María, la Esposa de la Santísima Trinidad,
y el oculto tesoro de los bienes que dispensa;
la gracia os ha sido concedida sin límites.
Por Vos se ha levantado Eva de su caída
y Adán ha sido admitido en el paraíso
de donde había sido arrojado por la culpa.
Por Vos, Santísima Virgen, y con vuestro socorro
se ha concedido al mundo la paz celestial,
y contados los hombres, como los ángeles,
en el número de los siervos, de los amigos
y de los hijos de Dios.
Por Vos ha sido rechazada la muerte,
despojado el infierno, derribados los ídolos,
y propagado el conocimiento del cielo
y de vuestro Divino Hijo por toda la tierra.
Dignaos, pues, Señora, interceder en nuestro favor
para que así tengamos la seguridad de alcanzar
algún día el inmenso bien que Vos gozáis en toda su plenitud. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario