OH JESÚS ESCONDIDO (Oración de Santa Faustina)


 

A los pies del Señor, Oh Jesús escondido, Amor eterno, 

Vida nuestra, Divino Insensato que Te has olvidado

de Ti Mismo y nos ves solamente a nosotros. 

Aún antes de crear el cielo y la tierra, 

nos llevabas en Tu Corazón. 

Oh Amor, oh abismo de Tu humillación, 

oh misterio de felicidad, 

¿por qué es tan pequeño el

número de los que Te conocen? 

¿Por qué no encuentras reciprocidad? 

Oh Amor Divino, 

¿por qué ocultas Tu belleza? 

Oh Inconcebible e Infinito, cuanto más Te conozco 

Te comprendo menos; pero como no alcanzo

a comprenderte, comprendo más Tu grandeza. 

No envidio el fuego a los serafines, 

porque en mi corazón tengo depositado un don mayor. 

Ellos Te admiran en éxtasis, 

pero Tu Sangre se une a la mía. 

El amor es el cielo 

que nos está dado ya aquí en la tierra. 

Oh, ¿por qué Te escondes detrás de la fe? 

El amor rasga el velo. 

No hay velo delante de los ojos de mi alma, 

porque Tú Mismo me has atraído 

desde la eternidad al seno de un amor misterioso. 

Oh indivisible Trinidad, único Dios, 

a Ti honor y gloria por todos los siglos.

(Santa Faustina, Diario de la Divina Misericordia)

PIDAMOS POR LOS SACERDOTES


 

Nuestro Señor decía a sus Apóstoles: «Ved cómo las mieses se extienden y blanquean a lo lejos; pedid, pues, al Amo que envíe obreros a su mies.»

Que sea nuestra oración ardiente y apremiante al

terminar la Adoración. Si el sacerdocio es tan magnífico, tan poderoso y tan benéfico; si es

el medio necesario de su mediación y, por consiguiente, de la Redención del mundo, pidamos para innumerables almas la gracia y el honor de participar al sacerdocio de Jesucristo, de extenderlo, de multiplicarlo según las exigencias de la gloria de Dios, del servicio de la Iglesia y de la santificación de los hombres.

Pidamos sacerdotes, más sacerdotes, a Aquel que sólo los discierne, los escoge y los llama.

Ayudemos a las vocaciones sacerdotales, tan contrariadas en nuestros días por la debilidad de la fe en las familias y por el espíritu del mal que anima a los poderes contra Cristo y contra su Iglesia.

Sobre todo, no cesemos de pedir para todos los sacerdotes una abundante y nueva efusión del espíritu sacerdotal del Sacerdote por excelencia: la santidad de Jesús; es decir, la separación del mundo y de su espíritu; el afecto cordial y profundo al Dios que está en el Tabernáculo, único a quien deben aspirar; el celo por las almas, y, por último, el amor que no retrocede ante el sufrimiento, para completar en ellos el sacrificio no sangriento que ofrecen cada día, y cooperar así a la Redención del mundo. 

(Manual de Adoración al Santísimo Sacramento, P. Tesniére)

ORACIÓN A SAN GABRIEL ARCÁNGEL



¡San Gabriel Arcángel! Tú eres el Ángel que anunció la

Encarnación, Mensajero Fiel de Dios: 

Abre nuestros oídos para que podamos 

captar hasta las más suaves sugerencias 

y llamadas de la Gracia, nacidas del 

Corazón Misericordioso de Jesús.

Te pedimos, que te quedes siempre

 con nosotros para que, comprendiendo la Palabra de Dios 

y Sus Inspiraciones, sepamos obedecerla, cumpliendo bien 

y dócilmente lo que Dios quiere de nosotros. 

¡Haznos vigilantes en la espera del Señor 

para que no nos encuentre dormidos 

cuando llegue! Amén.

¡San Gabriel Arcángel!

Lucha a nuestro lado con tus Ángeles.

(Corazones Católicos)

¿SON TODOS LOS SANTOS IGUALES? NO, SAN JOSÉ ES EL MÁS SANTO ENTRE LOS SANTOS


De ninguna manera, no todos los santos son iguales ante Dios, aunque todos son muy queridos, sin duda.

Que Dios no trate a todos por igual parece chirriar frente a nuestra natural concepto de Justicia: “Igualdad para todos”. Pero tratar a todos por igual no es precisamente lo más justo siempre.

No podemos juzgar a Dios según nuestros limitados criterios.

Ya en los Evangelios vemos cómo Jesús tenía preferencias: 

"Uno de sus discípulos, el que Jesús amaba, estaba a la mesa al lado de Jesús."(Juan 13, 23)

¿Quiere decir esto que Jesús no amaba a los demás? No, esto no quiere decir eso, simplemente Jesús tenía esa preferencia, igual que a través de las escrituras va revelando su amor preferencial por el último, el pequeño, el desfavorecido.

Y volviendo al tema de los Santos, leemos en el libro "El Santo Patriarca San José", del Padre David Meseguer S.J. lo siguente: 

"Los santos en el cielo interceden por nosotros, ahora bien, ¿de qué depende la eficacia de su oración? Pues  depende de la perfección de su caridad y de la mayor unión que tienen con Dios en la gloria."

Está claro que no todos los santos tienen el mismo grado de Gloria, por lo tanto no todos son iguales. 

Ahora vamos al santo más agradable a Dios (después de la Virgen María, por supuesto) el P. David Meseguer prosigue: 

"El Patrocinio de San José es el más excelente y poderoso de todos, exceptuando el de la Santísima Virgen y es también el más universal".

Si todos los santos fueran iguales, los mismos santos y teólogos no hubieran dicho estas frases:

“A otros parece les dio el Señor gracia para socorrer en una necesidad; a este glorioso Santo (San José) tengo experiencia que socorre en todas”. (Santa Teresa de Jesús)

" Aunque tengamos muchos santos por abogados, hemos de ser particularmente devotos del bendito san José, por lo mucho que alcanza de Dios

(Santa Teresa de Jesús)

«Dios ha reunido en san José, como en el sol, toda la luz y el esplendor que todos los demás santos tienen juntos».

(San Gregorio Nacianceno)

"El poder de san José sobrepuja con mucho el poder de todos los ángeles y de todos los santos"

(P. Pedro José María Villaseca)

Es que está claro, si San José cooperó en la Obra de la Redención, ¿cómo va a ser igual que los demás santos? y que conste que con esto no se está despreciando a los demás santos como muchos creen.

(Carmen de Jesús Crucificado, O.C.D.S.)


POR LA SANGRE DE JESÚS Y LOS DOLORES DE MARÍA, SEAN LIBERADAS LAS ALMAS DEL PURGATORIO

 ¡Oh Jesús, oh María, esperanza, salud, 

felicidad de todos los fieles! 

desde el profundo abismo de sus miserias, 

a vosotros se vuelven

las benditas almas del Purgatorio 

para implorar el beneficio 

de vuestra sangre, 

¡oh Jesús! y el fruto de vuestros dolores, 

¡oh María!.

Esta sangre, estos dolores que fueron 

de tanta eficacia la primera vez en el Calvario, que libraron a

todo el mundo de toda iniquidad, 

libren de sus penas a las almas 

del Purgatorio, y por los

méritos de sangre tan preciosa 

y de dolores tan acerbos, 

sean conducidas salvas al cielo 

aquellas prisioneras infelices 

y en particular las más

olvidadas,  por las cuales os pedimos con

todo el fervor de nuestro espíritu. 




ORACIÓN PARA DESPUÉS DE LA CONFESIÓN


 

Por los merecimientos de la bienaventurada

siempre virgen María, y de todos los Santos,

humildemente os suplico, Señor mío Jesucristo, 

que os sea acepta y agradable esta confesión 

que acabo de hacer. Suplid con vuestra

misericordia los defectos que en ella haya cometido, 

para que por los méritos de vuestra

preciosa sangre, alcance la perfecta y plenaria

absolución de mis pecados. Amen. 

INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO ✷ ✷ 🔥 🕊 ✷

 Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles, 

y enciende en ellos el fuego de tu amor.

Envía tu Espíritu Creador. 

Y renueva la faz de la tierra.

Oh Dios, que has iluminado los corazones 

de tus hijos con la luz del Espíritu Santo; 

haznos dóciles a sus inspiraciones 

para gustar siempre el

bien y gozar de su consuelo. 

Por Cristo nuestro Señor. Amén




--✞-- TÚ ERES SACERDOTE ETERNO--✞--



Reunid todos los sentimientos de respeto, 

de veneración, de reconocimiento, de amor 

y de fe que pueden entrar en el acto de adoración,

 para adorar a Nuestro Señor Jesucristo como lo merece, 

bajo su nombre sacrosanto y admirable 

e inefable de Sacerdote. 

Descorred por la fe el velo de las especies, 

y en este Santo de los santos en que ejerce 

hasta el fin la función suprema

de su sacerdocio eterno, adorad al Sacerdote

por excelencia: 

« Tu es sacerdos in aeternum.»

Vos sois Sacerdote, Vos sois el 

único Sacerdote eterno, oh Jesús, 

Hijo de Dios hecho hombre.

Vos sois Sacerdote como nadie lo ha sido

ni lo será. Sacerdote por esencia, Sacerdote

por naturaleza, así como por elección, 

y vuestra elección es vuestra naturaleza misma 

que os ha constituido Hombre-Dios. 

Vos sois Sacerdote en toda la plenitud 

de la forma sacerdotal, en toda la perfección 

de las cualidades sacerdotales, 

en toda la extensión posible

del poder, de la acción y de las funciones 

del Sacerdocio: "Tu es sacerdos". 

Oh Jesús, nuestro Sacerdote, yo os saludo, 

os aclamo  y me prosterno delante de Vos, 

os adoro y quisiera fundirme de reconocimiento y anonadarme de respeto ante la verdad 

profunda e incomprensible, 

ante las cualidades preeminentes, ante

la acción infinita e inefable de vuestro 

nombre de vuestra perfección, 

de vuestras funciones de Sacerdote: 

"Tu es sacerdos".

(LA PERSONA DEL CRISTO EUCARÍSTICO, P. Tesniére)

CRUCES CON CRISTO


 

«El siervo no es más que su señor.

Si a mí me han perseguido, también os

perseguirán a vosotros; si han guardado

mi palabra, también guardarán la vuestra.

Pero todo esto os lo harán por causa de mi

nombre» (Jn 15, 20-21).

Concédenos, oh Dios, no pensar 

en vidas sin cruces, sino más bien

en cruces con Cristo; porque la cruz es

un instrumento connatural a la vida del

hombre y, en especial, para aquellos que

hemos aceptado seguir a Cristo por los

caminos del Calvario. 

Te lo pedimos por el

mismo Cristo nuestro Señor.


ORACIÓN EN DEMANDA DEL SOCORRO DE MARÍA



 ¡Madre de Dios y reina de los ángeles!

¡Esperanza de los hombres!

¡Mira al que te llama y a ti recurre!

Me postro ante ti, yo, pobre esclavo,

me consagro por tu siervo para siempre

y me ofrezco a servirte y honrarte

cuanto pueda, toda la vida.


Poco puede honrarte

un esclavo tan ruin y rebelde

que tanto ha ofendido a mi Dios y Redentor.

Pero si me aceptas, aunque sin merecerlo,

y con tu intercesión me haces digno,

tu misma misericordia me hará santo

y te daré el honor que yo solo no puedo.

Acéptame y no me rechaces, Madre mía.


Estas ovejas perdidas

vino a rescatar el Verbo eterno,

y por salvarlas se hizo Hijo tuyo.

¿Despreciarás a esta oveja extraviada

que a ti recurre para encontrar a Jesús?

Ya está entregado el rescate que me salva;

mi Salvador ya derramó su sangre preciosa,

la que basta para salvar mil mundos.


Basta que esa sangre se me aplique,

y esto en tus manos está, Virgen bendita.

En tus manos está salvar al que quieres.

Ayúdame, mi reina, y sálvame.

En ti confío, a tu intercesión me entrego.

Salud de los que te invocan, sálvame.

(Las Glorias de María, san Alfonso Mª de Ligorio)


✥---✥-- CÓMO HACER MEDITACIÓN--✥---✥



La meditación es ante todo un diálogo personal y amoroso con Dios. Por ello, es necesario aprender a escuchar a Dios en el silencio del alma y explayarse con Él en un coloquio lleno de fe y amor, para entrar en un contacto personal y santificador con Él. 

Es en este momento cuando baja la luz y la fuerza del Espíritu Santo, la voluntad se conforma con la voluntad de Dios y surgen las decisiones que deben dirigir la vida.

Pasos para hacer bien la meditación:

✥ La noche anterior lee la meditación. 

Al día siguiente te será más fácil desarrollar los puntos de la meditación. Prueba y verás cómo es cierto.

✥ Al día siguiente, al inicio de la meditación, invoca al Espíritu Santo. Después, ponte en la presencia de Dios, haciendo los actos preparatorios; de la forma más personal y espontánea posible. Toma conciencia de que Él está ahí, te mira, te conoce, te penetra con su luz. Orar es unirse con Dios que sabemos que está presente entre nosotros. Si no se establece esta unión con Dios no hay verdadera oración cristiana. Pide ayuda a la Santísima Virgen.

✥ Lee el texto del Evangelio, o la cita que te has propuesto, despacio, reflexivamente.

✥ Lee las reflexiones tratando de personalizarlas y aplicarlas a tu propia vida. Ayuda mucho hacerse preguntas como: ¿Qué dicen los puntos de meditación? ¿Qué me dicen a mí en concreto? ¿Qué debo cambiar en mi vida, actitudes, criterios, costumbres, manera de actuar? 

Se trata de descubrir en la oración qué es lo que me está pidiendo el Espíritu Santo.

✥ Trata de mantener una conversación muy íntima, muy personal con Cristo, con Dios Padre, el Espíritu Santo o la Virgen María.

✥ Haz un propósito muy concreto para la vida. Puede ser algo para este día o algo que podrá durar toda la vida, como cambiar una actitud que no esté de acuerdo con el Evangelio.

(Guía color y fuego)

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