ORACIÓN EN DEMANDA DEL SOCORRO DE MARÍA



 ¡Madre de Dios y reina de los ángeles!

¡Esperanza de los hombres!

¡Mira al que te llama y a ti recurre!

Me postro ante ti, yo, pobre esclavo,

me consagro por tu siervo para siempre

y me ofrezco a servirte y honrarte

cuanto pueda, toda la vida.


Poco puede honrarte

un esclavo tan ruin y rebelde

que tanto ha ofendido a mi Dios y Redentor.

Pero si me aceptas, aunque sin merecerlo,

y con tu intercesión me haces digno,

tu misma misericordia me hará santo

y te daré el honor que yo solo no puedo.

Acéptame y no me rechaces, Madre mía.


Estas ovejas perdidas

vino a rescatar el Verbo eterno,

y por salvarlas se hizo Hijo tuyo.

¿Despreciarás a esta oveja extraviada

que a ti recurre para encontrar a Jesús?

Ya está entregado el rescate que me salva;

mi Salvador ya derramó su sangre preciosa,

la que basta para salvar mil mundos.


Basta que esa sangre se me aplique,

y esto en tus manos está, Virgen bendita.

En tus manos está salvar al que quieres.

Ayúdame, mi reina, y sálvame.

En ti confío, a tu intercesión me entrego.

Salud de los que te invocan, sálvame.

(Las Glorias de María, san Alfonso Mª de Ligorio)


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

𝐄𝐋 𝐌𝐈𝐋𝐀𝐆𝐑𝐎 𝐄𝐔𝐂𝐀𝐑Ɩ́𝐒𝐓𝐈𝐂𝐎 𝐃𝐄 "𝐄𝐋 𝐂𝐄𝐁𝐑𝐄𝐑𝐎" (𝐎 𝐂𝐄𝐁𝐑𝐄𝐈𝐑𝐎)

  En un día de invierno del año 1300 en el que nevaba abundantemente, un vecino de la localidad de Barxamaior, llamado Juan Santín, labriego...

ENTRADAS POPULARES