SÚPLICA PARA TIEMPOS DIFÍCILES*



Tengo mil dificultades: ayúdame.
De los enemigos del alma: sálvame.
En mis desaciertos: ilumíname.
En mis dudas y penas: confórtame.
En mis enfermedades: fortaléceme.
Cuando me desprecien: anímame.
En las tentaciones: defiéndeme.
En horas difíciles: consuélame.
Con tu corazón maternal: ámame.
Con tu inmenso poder: protégeme.
Y en tus brazos al expirar: recíbeme.
Virgen del Carmen, ruega por nosotros.
Amén

ORACIÓN DE LA LLAMA DE AMOR



¡Bienaventurada Virgen María!
Queridísima Madre nuestra del Cielo,
Tú amas tanto a Dios y a nosotros,
Tus hijos, que ofreciste a Tu Divino
Hijo Jesús en la Cruz como desagravio
a nuestro Padre Celestial,
para alcanzar la salvación para nosotros,
a fin de que todo el que crea en Él
no perezca sino que tenga Vida Eterna. 

Con filial confianza Te rogamos a Ti,
que con la Llama de Amor de Tu Inmaculado Corazón, 

atizada por el Espíritu Santo,
enciendas en nuestros lánguidos corazones
el Fuego del Amor perfecto hacia Dios
y hacia los hombres,
a fin de que junto Contigo,
con un solo corazón, amemos sin cesar a Dios
y a nuestro prójimo.  


Ayúdanos a transmitir esta Llama Santa
a todos nuestros hermanos de buena voluntad,
a fin de que el Fuego del Amor de Dios
vaya extinguiendo el fuego del odio
en toda la redondez de la Tierra,
y Jesús, Príncipe de la Paz,
sea Rey y Centro de todos los corazones,
en el Sacramento de Su Amor,
y en el trono de nuestros altares. Amén.

(Elizabeth Kindelman, mística, Hungría)

ROSARIO A JESÚS SACRAMENTADO


Se empieza con un Credo, un Padrenuestro, y después se dice: 

“Yo Soy el Pan Vivo bajado del cielo, que se quedó con vosotros en cada Hostia Consagrada”.

Se continúa diciendo:
“Bendito y Alabado, sea Jesús Sacramentado”. 

Se Contesta: 
“Sea Jesús Bendito y Alabado” (10 veces). 

Al terminar cada decena se reza „Gloria al Padre…?, Padrenuestro y se vuelve a iniciar:
“Yo Soy el Pan Vivo bajado…” 

Así hasta completar cinco decenas. 

Al terminar el rosario se dice la siguiente jaculatoria:
“Jesús Sacramentado, sed de todos querido y adorado.
Sed de todos amado oh Jesús Sacramentado”

CUANDO DIOS CALLA


Si no hablas, llenaré mi corazón
de tu silencio y lo guardaré conmigo.
Y esperaré quieto, como la noche
en su desvelo estrellado,
hundida pacientemente mi cabeza.

Vendrá sin duda la mañana
y se desvanecerá la sombra.
Y tu voz se derramará por todo el cielo
en arroyos de oro. 

Y tus palabras volarán cantando
de cada uno de mis nidos.
Y sus melodías estallarán en flores
por mis profusas enramadas.

(Rabindranath Tagore)

YO SOY EL MÁS RICO



Yo había pedido a Dios FUERZA para triunfar;
Él me ha dado FLAQUEZA para que aprenda a obedecer con humildad.

Había pedido SALUD para realizar grandes empresas;
me ha dado ENFERMEDAD para que haga cosas mejores.

Deseé la RIQUEZA para llegar a ser dichoso,
me ha dado POBREZA para que alcance sabiduría.

Quise PODER para ser apreciado de los hombres;
me ha concedido DEBILIDAD a fin de que llegara a tener deseos de Él.

Pedí un COMPAÑERO/A para no vivir solo;
me dio un CORAZÓN para que pudiera amar a todos los hermanos.

Anhelaba COSAS que pudieran alegrar mi vida;
me dio la VIDA para que pudiera gozar de todas las cosas.

No tengo NADA de lo que he pedido;
pero he recibido TODO lo que había esperado.

Porque sin darme cuenta,
mis plegarias no formuladas han sido escuchadas.

Yo soy, entre todos los hombres, el más rico.

CÓMO SAN FRANCISCO CONVIRTIÓ EN BOLONIA A DOS ESTUDIANTES


Al llegar una vez San Francisco a Bolonia, todo el pueblo corrió para verlo; y era tan grande el tropel de gente, que a duras penas pudo llegar hasta la plaza. En medio de una gran multitud de hombres, de mujeres y de estudiantes, que llenaban la plaza, San Francisco se subió a un lugar elevado y comenzó a predicar lo que el Espíritu Santo le iba dictando. Y predicaba tan maravillosamente, que parecía, más bien, un ángel que un hombre quien predicaba; sus palabras celestiales eran como saetas agudas que traspasaban el corazón de cada oyente, y, por efecto de la predicación, se convirtieron a penitencia una gran muchedumbre de hombres y de mujeres. 
Entre ellos hubo dos nobles estudiantes de la Marca de Ancona, uno por nombre Peregrino y el otro Ricerio; ambos, tocados en su corazón por una inspiración divina, como efecto del sermón, se acercaron a San Francisco para decirle que querían abandonar totalmente el mundo y ser de sus hermanos. Y San Francisco, conociendo por revelación que eran enviados por Dios y que habían de llevar una vida santa en la Orden, los recibió con alegría, diciéndoles:

- Tú, Peregrino, seguirás en la Orden el camino de la humildad, y tú, hermano Ricerio, te pondrás al servicio de tus hermanos.

Y fue así, porque el hermano Peregrino rehusó ser sacerdote y se quedó como lego, aunque era muy docto y grande canonista. Debido a esta su profunda humildad, llegó a gran perfección en la virtud, hasta el punto que el hermano Bernardo, el primogénito de San Francisco, dijo de él que era uno de los hermanos más perfectos de este mundo. Finalmente, este hermano Peregrino pasó, lleno de virtudes, de esta vida a la vida bienaventurada, realizando muchos milagros antes y después de la muerte.

 Y el hermano Ricerio sirvió a los hermanos con devoción y fidelidad, viviendo en gran santidad y humildad; gozó de gran familiaridad con San Francisco, quien le confió muchos secretos. Habiendo sido nombrado ministro de la provincia de la Marca de Ancona, la gobernó durante mucho tiempo con grandísima paz y discreción. Al cabo de algún tiempo permitió Dios que fuese objeto de una fuerte tentación interna; se hallaba atribulado y angustiado, se maceraba con ayunos, disciplinas, lágrimas y oraciones día y noche, sin lograr ahuyentar aquella tentación; con frecuencia se veía en grande desesperación, ya que por esta causa se consideraba abandonado de Dios. Al borde de la desesperación, como último remedio, se decidió a ir a San Francisco, discurriendo de esta manera:
«Si San Francisco me muestra buen semblante y me trata con familiaridad, creeré que aún tendrá Dios piedad de mí; de lo contrario, daré por cierto que estoy abandonado de Dios».
Se puso, pues, en camino para ir a encontrar a San Francisco. El Santo se hallaba a la sazón gravemente enfermo en el palacio del obispo de Asís, y supo, por inspiración divina, toda la tentación y desesperación del hermano, así como su determinación y su venida. Al punto, San Francisco llamó a los hermanos León y Maseo y les dijo:

- Id en seguida al encuentro de mi hijo carísimo hermano Ricerio, abrazadlo de mi parte y saludadlo, y decidle que, entre todos los hermanos que hay en el mundo, yo lo amo a él con afecto singular. 
Fueron ellos y lo hallaron en el camino. Lo abrazaron y le dijeron lo que San Francisco les había ordenado. Con esto él experimentó un consuelo tan grande, que casi quedó fuera de sí; y, dando gracias a Dios de todo corazón, se dirigió al lugar en que San Francisco yacía enfermo. Y, aunque San Francisco se hallaba gravemente enfermo, al oír que venía el hermano Ricerio, se levantó y le salió al encuentro, lo abrazó con gran ternura y le dijo:

- Hijo mío carísimo, hermano Ricerio, entre todos los hermanos que hay en el mundo, yo te amo particularmente.
Dicho esto, le hizo en la frente la señal de la santa cruz, le besó y añadió:  
- Hijo carísimo, Dios ha permitido te sobreviniera esta tentación para que fuese para ti fuente de grandes merecimientos; pero, si tú quieres renunciar a esta ganancia, no la tengas. ¡Cosa admirable! No bien hubo dicho San Francisco estas palabras, le dejó por completo la tentación, como si nunca en toda la vida la hubiera tenido, y quedó completamente consolado.

 En alabanza de Cristo. Amén. 
(Florecillas de san Francisco)

ORACIÓN A SAN JOSÉ POR LOS QUE NO TIENEN TRABAJO



Oh glorioso San José, 
patrón de los trabajadores: 
tu conoces las necesidades 
de cada quien, hoy en especial 
te pedimos por los que 
no tienen trabajo. 

Ruega por ellos para 
que se les abran las puertas 
y oportunidades a los que 
más lo necesitan, 
Amén.

Luego reza:
Padre Nuestro
Ave María
Gloria

ENSÉÑANOS, SAN JOSÉ

Enséñanos, San José
cómo se es “no protagonista”,
cómo se avanza sin pisotear,
cómo se colabora sin imponerse,
cómo se ama sin reclamar.

Cómo se obedece sin rechistar
cómo ser eslabón entre el presente y el futuro
cómo luchar frente a tanta desesperanza
cómo sentirse eternamente joven.

Dinos, José,
cómo se vive siendo “número dos”,
cómo se hacen cosas fenomenales
desde un segundo puesto.
Cómo se sirve sin mirar a quién
cómo se sueña sin más tarde dudar
cómo morir a nosotros mismos
cómo cerrar los ojos, al igual que tú,
en los brazos de la buena Madre.

Explícanos
cómo se es grande sin exhibirse,
cómo se lucha sin aplauso,
cómo se avanza sin publicidad,
cómo se persevera y se muere uno
sin esperanza de un póstumo homenaje
cómo se alcanza la gloria desde el silencio
cómo se es fiel sin enfadarse con el cielo.
Dínoslo, en este día, buen padre José.




AL CAER LA TARDE (Himno de Vísperas)


Al caer de la tarde,  toda la casa, 
era aromas de vino  y tierna hogaza. 
Mientras, la Madre era
una ánfora llena  de sus pesares.
   
Al caer de la tarde, la Madre hilaba, 
con aquellas sus manos de Virgen casta. 
Mientras, el Niño soñaba
que soñaba lirios y espinos.   
  
Al caer de la tarde, en el silencio, 
aserraban las sierras, del carpintero. 
José pensaba que era el padre dichoso 
de la Palabra.   
  
Al caer de la tarde, Señor atiende, 
la amargura infinita que el mundo tiene. 
Colma el vacío  de esta familia humana 
sin tu cariño.    
Amén. 



REFLEXION (de Felipe santos, salesiano)
Mi casa no es ya mi casa para mí. No puedo más. Sin embargo, al rezar la oración de este himno, me siento acompañado por la Virgen María que, cuidadosa, atiende a sus labores juntamente con san José en su carpintería.

Y al hacer un examen de conciencia ante la bella luz de este himno, experimento un gozo inenarrable. Frente a un mundo que cae fácilmente en la amargura de la noche, yo, no obstante, experimento en todo mi ser la alegría de vuestra presencia amada.

La culpa de esta amargura que sufre parte de la sociedad radica simplemente en el abandono de los pilares de la fe. Sin ellos todo es oscuro como la noche. Este mundo, vacío de Dios, no vive el cariño en profundidad. La mediocridad sustituye a la integridad y a la profundidad de la existencia.
María, Jesús y san José, dadme la gracia de que la noche sea clara como el día.

Entrada destacada

ORACIÓN PARA SER MISERICORDIOSOS

"Oh Señor, deseo transformarme toda en Tu misericordia y ser un vivo reflejo de Ti. Que este supremo atributo de Dios, es decir su inso...

ENTRADAS POPULARES