ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA DEL PRONTO SOCORRO

 Oh Corazón Inmaculado de María,

ayúdanos a vencer la amenaza del mal,

que tan fácilmente se arraiga en los corazones

de la gente de hoy con sus efectos inconmensurables, que ya pesan sobre nuestro mundo moderno y 

aparecen bloquear los caminos hacia el futuro.

Del hambre y de la guerra, líbranos.

De la guerra nuclear, de la autodestrucción y de todo tipo de guerra, líbranos.

De los pecados contra la vida del ser humano desde sus orígenes, líbranos.

Del odio  del envilecimiento de la dignidad de los hijos de Dios, líbranos.

De cada tipo de injusticia en la vida de la sociedad, tanto nacional como internacional, líbranos.

De la tendencia a quebrantar los mandamientos de Dios, líbranos.

De los intentos de sofocar en los corazones humanos la verdad misma de Dios, líbranos.

De los pecados contra el Espíritu Santo, líbranos.

Acepta, oh Madre de Cristo, este grito cargado con los sufrimientos de todos los seres humanos y de sociedades enteras.

Transforma las conciencias. Que tu Inmaculado Corazón revele para todos, la luz de la esperanza.

Amén




ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO

 Espíritu Santo, 

inspírame lo que debo pensar, 

lo que debo decir, 

lo que debo callar, 

lo que debo escribir, 

lo que debo hacer, 

cómo debo obrar para procurar 

el bien de los hombres,

el cumplimiento de mi misión 

y el triunfo del 

Reino de Cristo. Amén.

ACCIÓN DE GRACIAS A JESÚS EUCARISTÍA


 

Señor Jesús, te doy gracias por haberte

encarnado en el seno de la Virgen María, 

y haberte hecho hermano de todos 

los hombres y mujeres del mundo, 

amigo y compañero de camino.

Eres consuelo fortaleza y esperanza 

en mis horas de dificultad y sufrimiento. 

Eres serenidad, alegría y paz 

en cada momento de mi existencia.

Gracias, Jesús, porque en la Eucaristia 

– tu nueva Encarnación -, te hiciste 

alimento para mi alma, y con tu presencia 

permanente en este sacramento, 

me enseñas a vivir a plenitud el

Mandamiento del Amor que me une 

íntimamente Contigo y con quienes me rodean.

Jesús Eucaristía, sin Ti nada puedo, pero Contigo

a mi lado y en mi corazón, mi vida se llena 

de amor, de fe y de esperanza.

Gracias, Jesús, por dar sentido a mi existencia

cada día. Amén.

SAN JOSÉ, ALIVIA MI ANGUSTIADO CORAZÓN


 

Poderosísimo patrón del linaje humano, 

consuelo universal de todos los afligidos corazones, 

gloriosísimo Patriarca mío, Señor San José,

bien conozco mi indignidad, pero confiado 

de la gran intercesión de la que gozas 

ante la eterna y poderosa majestad de Dios,

puesto que sobre todos los atributos con que te

adornó su soberano poder, te elevó tanto 

la persona del Eterno Padre, que te hizo en la tierra

su sustituto, confiando a tu cuidado y custodia 

a Su Unigénito Hijo y se fió de tu poderoso

valimiento, por eso, por tu piadosísima intercesión, 

te pido que presentes ante la suprema Majestad de

mi Dios Trino y Uno, este mi pobre y angustiado corazón,

y así espero por tu medio, oh Santísimo Patriarca!

recibir especial y eficaz auxilio y consuelo en las

tribulaciones por las que estoy pasando.

Amén. 

ACCIÓN DE GRACIAS POR LA EUCARISTÍA


Bendito seáis, oh Jesús, que habéis instituido

de vuestra Pasión un memorial tan completo 

y vivo, tan eficaz y poderoso, tan dulce y tan

conmovedor, tan sabiamente conforme a

 vuestros designios como a mis necesidades.

Vuestra Pasión es mi vida por el tiempo y 

la eternidad. 

Todo lo encontramos en vuestra muerte, 

que sola nos ha dado todo lo que el pecado 

nos había hecho perder.

Tengo necesidad de vuestra Pasión; 

es preciso que yo participe abundantemente de ella,

y que a ella pueda recurrir fácilmente con toda

confianza y a todo instante, y para hacerla venir

hasta mí habéis instituido millares de canales: 

la oración, el Evangelio, los Sacramentos,

vuestro recuerdo, las santas imágenes; 

y por todos estos medios recibo gracias, efectos maravillosos, 

instancias, lecciones, algo, en fin, de vuestra pasión.

¡ Mas esto no bastaba! Así como queríais extender

 y perpetuar en persona vuestra venida

a la tierra por la Encarnación,

así habéis perpetuar en todos los siglos vuestra Redención, 

continuando en persona vuestra Pasión y vuestra Muerte, en la Eucaristía.

i Y Vos habéis sido sabio y bueno, previsor

y condescendiente por nuestra miseria en esta

institución ! ¡ Bendita seáis!

Yo conoceré de hoy en adelante a mi Salvador muerto 

por mí; yo gustaré la suavidad del amor que corre 

con su sangre de su cuerpo desgarrado como el jugo 

de la uva hollada en el lagar; 

acercaré mis labios sedientos a la fuente viva 

que brota de su corazón traspasado. 

Esta Hostia ha sufrido, ha sido condenada 

y entregada a la muerte, y ella me amaba

ya entonces, y me ama con el mismo amor 

que me tuvo sobre la Cruz;

(Manual de Adoración, R.P.A. Tesnière)

ORACIÓN A LOS ÁNGELES

 Ángeles del Cielo, Hermanos Santos,   

servidores delante de Dios. 

Protéjannos contra nosotros mismos, 

contra nuestra  cobardía y tibieza, 

egoísmo y avaricia; contra nuestra 

envidia y desconfianza, suficiencia 

y comodidad;  contra nuestra soberbia 

y deseos de ser apreciados.

Deslíguennos de los lazos del pecado 

y de toda atadura al mundo. 

Quiten la venda que nosotros 

mismos hemos anudado sobre nuestros ojos, 

la cual nos impide ver la verdad.

Claven en nuestro corazón el aguijón 

del Santo Temor de Dios, para que no 

cesemos jamás de buscar 

al Señor con pasión, arrepentimiento de

nuestras culpas y amor.

Busquen en nosotros la Sangre de Cristo 

que se derramó por todos los hombres; 

busquen las Lágrimas de nuestra Reina, 

vertidas por nuestra causa; 

busquen la Imagen de Dios, a la cual 

Él quiso asemejarnos por amor; 

imagen destrozada y deteriorada en nosotros. 

Ayúdennos a reconocer a Dios, 

a servirlo, amarlo y adorarlo. 

Ayúdennos en la lucha contra los 

poderes de las tinieblas que nos rodean 

y nos oprimen solapadamente; 

protéjannos para que ninguno de 

nosotros se pierda y para que, 

un día, gozosos, podamos reunirnos 

en la Felicidad eterna. Amén.

ORACIÓN A JESÚS EUCARISTÍA ADOROTE DEVOTE (Santo Tomás de Aquino)

Te adoro con devoción, Dios escondido,

oculto verdaderamente bajo estas apariencias.

A Ti se somete mi corazón por completo, 

y se rinde totalmente al contemplarte.

Al juzgar de Ti, se equivocan la vista, 

el tacto, el gusto;

pero basta el oído para creer con firmeza; 

creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios:

nada es más verdadero que esta Palabra 

de verdad.

En la cruz se escondía sólo la divinidad,

pero aquí se esconde también la humanidad;

sin embargo creo y confieso ambas cosas,

y pido lo que pidió aquel ladrón arrepentido.

No veo las llagas como las vio Tomás,

pero confieso que eres mi Dios.

Haz que yo crea más y más en Ti,

que en Ti espere y que te ame.

¡Memorial de la muerte del Señor!

Pan vivo que das vida al hombre.

Concede a mi alma que de Ti viva

y que siempre saboree tu dulzura.

Señor Jesús, límpiame con tu Sangre,

de la que una sola gota puede liberar 

de todos los crímenes al mundo entero.

Jesús, a quien ahora veo oculto,

te ruego que se cumpla lo que tanto ansío.

Que al mirar tu rostro cara a cara,

sea yo feliz a la vista de tu gloria. Amén.

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