ACCIÓN DE GRACIAS PARA DESPUÉS DE COMULGAR




¡Oh Dios de bondad! ahora poseo la alegría del venturoso mortal 

que tiene en su corazón al mismo divino Hijo tuyo, 

en quien tienes tus complacencias, al que es la Verdad y la Vida.

¿Por qué no me es dado, Señor, un 

lenguaje que no tenga nada de humano; 

un lenguaje que fuera superior al de los 

santos, al de los ángeles y los serafines 

para expresarte mi gratitud por el bien 

inestimable que acabas de hacerme, por el 

tesoro infinito con que acabas de enriquecerme? 

¿Cómo es, Salvador mío, que vengas a mí y entres en mi corazón, 

y hagas de él una morada para tí, para tí que eres 

Dios, el Dios a cuyo solo nombre se humillan con respeto los cielos, 

la tierra y los abismos? ¡Ah! ¡cuánto amor! amor inmenso, 

propio solo de un Dios!

 ¿qué criatura hay sobre la tierra capaz de amarme 

de un modo semejante? 

Nadie tiene mayor amor que el que da 

la vida por sus amigos: Tú eres el único 

que has dado tu vida por mí. El siervo no 

sabe lo que hace su Señor, pero Tú me has 

manifestado cuanto has oído de tu Padre, 

que es uno mismo contigo. 

Como tu Padre te ha amado, así me has amado a mí. 

Yo no te escogí a Tí sino Tú a mí. 

Tú pides a tu Padre que yo esté contigo donde 

Tú estás. ¿Hay otro ejemplo de amor que 

pueda compararse a este amor? 

No te apartas de mi lado, sino que estás dentro de mí mismo. 

Para que no muera abrumado por el 

cansancio, para que no perezca.

(Corona Católica, Jose de la Luz Pacheco)

EL CORAZÓN DE JESÚS EN LA EUCARISTÍA



Vos sois el Corazón por excelencia; todo lo 

que Dios, en su sabiduría y en su poder, quiso 

poner de grande, de bueno, de fuerte, de dulce, 

de activo y de inteligente en el corazón del 

Hombre, vuestro Corazón lo encierra en perfección; 

Él es el ideal y el tipo eterno del corazón humano en 

el doble esplendor de su naturaleza y de su 

deificación por la gracia. 

Corazón de Jesús, vos habéis sido enriquecido, 

desde la Creación, de todos los tesoros de 

la sabiduría y de la ciencia, de todas las gracias 

y de todas las virtudes. 

Vuestra ciencia os descubre todos los pensamientos, 

todas las intenciones de los ángeles y 

de los hombres, todos los secretos de la naturaleza.

Todos los misterios están abiertos delante de Vos ; 

yo os abro mi corazón, a quien 

vuestra ciencia penetra ya con su mirada; yo 

quiero que nada de él se os oculte, oh Corazón 

vigilantísimo de mi Maestro y de mi Guía. 

Todas las gracias, todos los dones, todas las 

efusiones de la santidad están en Vos en toda 

plenitud.

Oh Corazón de Jesús, mi Modelo,

todas las perfecciones, todas las virtudes, 

todos los heroísmos, vuestro Corazón los ha 

practicado durante su vida por mi salvación; 

hoy, en la Eucaristía, me da su gracia; mañana, 

en el Cielo, su recuerdo será mi alegría y el 

tema de mis alabanzas. 

(La Persona del Cristo Eucarístico, R.P.A. Tesniere)

SENTIDO DE LA PASCUA CRISTIANA


 

Pero él, el Señor, vestido de hombre,

habiendo sufrido por el que sufría,

atado por el que estaba detenido,

juzgado por el culpable,

sepultado por el que estaba enterrado,

resucitó de entre los muertos y clamó en voz alta:

¿Quién se levantará en juicio contra mí?

Que venga a enfrentarse conmigo.

Yo he liberado al condenado.

Yo he vivificado al que estaba muerto.

Yo he resucitado al que estaba sepultado.

¿Quién puede contradecirme?

Yo, dice, Cristo, he destruido a la muerte,

he triunfado del enemigo,

he pisoteado el Hades,

he maniatado al fuerte,

he arrebatado al hombre a las alturas de los cielos.

Yo, dice él, Cristo.

Venid, pues, todas las familias de hombres manchadas por los pecados.

Recibid el perdón de los pecados.

Porque yo soy vuestro perdón,

yo la Pascua de la salvación,

yo el cordero degollado por vosotros,

yo vuestra redención,

yo vuestra vida,

yo vuestra resurrección,

yo vuestra luz,

yo vuestra salvación,

yo vuestro rey.

Yo os llevaré a las alturas de los cielos.

Yo os mostraré al Padre que existe desde los siglos.

Yo os resucitaré por medio de mi diestra.»

Tal es el alfa y la omega:

Él es el comienzo y el fin

—comienzo inenarrable y fin incomprensible—

él es Cristo,

él es el Rey,

él es Jesús,

él es el Estratega,

él es el Señor,

él es el que resucitó de entre los muertos.

él es el que está sentado a la diestra del Padre.

Él lleva al Padre, y es llevado por el Padre:

A él la gloria y el poder por los siglos. Amén 

(Melitón de Sardes)


LA NOVEDAD DEL VERBO HECHO HOMBRE


 
Antigua era la ley, pero nuevo el Verbo;
temporal era la figura, pero eterno el don;
corruptible la oveja, pero el Señor incorruptible:
es inmolado como cordero, pero resucita como Dios.
Porque, "como una oveja fue llevado al matadero" (Is 53, 7),
pero no era una oveja;
como un cordero sin voz,
mas no era cordero.
Lo que era figura pasó, mas la realidad está presente.
En vez del cordero, se hizo presente Dios;
en vez de la oveja, un hombre,
y en este hombre, Cristo, el que contiene todas las cosas.
Así pues, el sacrificio de la oveja,
y la solemnidad de la Pascua,
y la letra de la ley,
han cedido su lugar a Cristo Jesús,
por causa del cual todo sucedía en la ley antigua,
y mucho más en la nueva disposición.
Porque la ley se ha convertido en Verbo...
el mandamiento en don,
la figura en realidad,
el cordero en Hijo,
la oveja en hombre,
y el hombre en Dios.
Pues el que había nacido como Hijo.
y había sido conducido como cordero,
y sacrificado como oveja,
y sepultado como hombre,
resucitó de entre los muertos como Dios,
pues era por naturaleza a la vez Dios y hombre.
Él es todas las cosas:
en cuanto juzga, es ley;
en cuanto enseña, Verbo;
en cuanto engendra, Padre;
en cuanto sepultado, hombre;
en cuanto resucita, Dios.
en cuanto es engendrado, Hijo;
en cuanto padece, oveja;
Éste es Jesucristo, a quien sea la gloria por los siglos. Amén 
(Melitón de Sardes)

ORACION UNIVERSAL ATRIBUIDA AL PAPA CLEMENTE XI


Creo, Señor, fortalece mi fe; espero, Señor, asegura mi 
esperanza; amo, Señor, inflama mi amor; me pesa, Señor, 
aumenta mi arrepentimiento.
Te adoro como a primer principio, te deseo como a último fin, 
te alabo como a bienhechor perpetuo, te invoco 
como a defensor propicio.
Dirígeme con tu sabiduría, contenme con tu justicia, 
consuélame con tu clemencia, protégeme con tu poder.
Te ofrezco, Señor, mis pensamientos para pensar en ti, 
mis palabras para hablar de ti, mis sufrimientos para padecerlos por ti.
Quiero lo que tú quieres, lo quiero porque lo quieres, lo 
quiero como lo quieres, lo quiero en cuanto lo quieres.
Te ruego Señor, que alumbres mi entendimiento, abrases mi voluntad, 
purifiques mi corazón, santifiques mi alma.
Llore los pecados pasados, rechace las tentaciones futuras,
 corrija las inclinaciones viciosas, cultive las virtudes 
necesarias.
Concédeme, Dios bueno, amor a ti, olvido de mí, celo del 
prójimo, desprecio del mundo.
Procure obedecer a los superiores, atender a los inferiores, 
favorecer a los amigos, perdonar a los enemigos.
Venza el deleite con la mortificación, la avaricia con la 
largueza, la ira con la mansedumbre, la tibieza con el fervor.
Hazme prudente en los consejos, constante en los peligros, 
paciente en las adversidades, humilde en las prosperidades.
Haz, Señor, que sea en la oración, atento; en la comida, 
sobrio; en los deberes, diligente; en los propósitos, constante.
Que procure tener inocencia interior, modestia exterior, 
conversación edificante, vida recta.
Que me aplique con diligencia a domar la naturaleza, 
a corresponder a la gracia, a guardar tu ley, a merecer la salvación.
Aprenda de ti qué frágil es lo terreno, qué grande lo divino, 
qué breve lo temporal, qué duradero lo eterno.
Concédeme que me prepare a la muerte, que tema el juicio, 
que evite el infierno, que obtenga el paraíso.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

CANTEMOS AL DIOS DE LA VIDA

 Tú haces brotar las fuentes en los montes, 

el agua del torrente 

que desciende hasta el valle, 

en la que abrevan los rebaños 

y a cuya orilla hace su nido el pájaro. 

Tú haces crecer la hierba para el ganado 

y las plantas que el hombre cultiva 

para sacar su pan de la tierra 

y el vino que alegra su corazón 

y hace que brille su rostro. 

Cuando llega la noche, las fieras se mueven 

y salen en busca de su alimento. 

Cuando llega el día, se ocultan, 

y el hombre sale a trabajar 

hasta el atardecer, en que acaba su faena. 

¡Qué hermoso es el inmenso mar, 

con los infinitos peces que en él se mueven

y los enormes monstruos marinos! 

Sobre sus aguas navegan los barcos. 

Quiero cantarle al Señor. 

¡Que mi canto le agrade! 

El Señor es mi contento.

(Anónimo)

HORA SANTA



El origen de la Hora Santa se remonta a las revelaciones de Paray-le-Monial (Francia) y toma su origen del Corazón mismo de Nuestro Señor. Jesús se aparece en 1674 a  Santa Margarita María Alacoque (1647-1690) mientras estaba en adoración; hablando de Getsemaní, le dijo: “Aquí es donde sufrí interiormente más que en todo el resto de mi pasión, al sentirme totalmente abandonado por el cielo y la tierra, cargado con todos los pecados de los hombres… Y para unirte a mí, en la humilde oración que presentarás a mi Padre en medio de todas esas angustias, te levantarás entre las once y la medianoche para postrarte durante una hora, conmigo…”. En esa Hora se la hacía partícipe de la tristeza de Jesús en Getsemaní.

CÓMO SE HACE LA HORA SANTA

Es una hora de meditación sobre la agonía de Jesús en el Huerto de los Olivos. Se hace rezando vocal o mentalmente, sin necesidad de escoger una oración determinada. El espíritu que guía la oración es compartir con Jesús ese momento: sufrir con Él, revivir su angustia, su combate, su lucha, su resistencia ante aquel amargo cáliz. 

CUÁNDO SE HACE LA HORA SANTA

Jesús le pidió a Santa Margarita María que la hora de oración se hiciera el jueves, de las once a la medianoche, pero se hace cuando se puede, lo importante es unirnos a Jesús y acompañarlo en el Huerto.

DÓNDE SE HACE LA HORA SANTA

Poder rezar la Hora Santa en la iglesia, en presencia del Santísimo Sacramento, nos ayuda y favorece la meditación y la oración. Si eso no fuera posible, cualquier lugar puede acoger la oración. Si nuestro deseo es fuerte, basta recordar las palabras del mismo Jesús: “Entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo escondido” (Mt 6, 6). Ninguna circunstancia o lugar pueden impedirnos entrar en nuestro corazón para estar con Él.

(Hora santa org.es)

SAN JOSÉ, EL MÁS SANTO DE LOS SANTOS

Después de la Virgen María, nadie ha habido ni habrá más santo que José. Su cercanía a María y a Jesús le hizo alcanzar el más alto grado de santidad. Él fue testigo excepcional de la Encarnación. Vio a Cristo recién nacido y lo tomó en sus brazos y lo abrazó con los más puros afectos. Y él mismo le puso el nombre, como jefe de familia.

Algunos, por eso, llaman a José la sombra del Padre, porque el Padre celestial lo delegó para hacer sus veces en la tierra; como su representante, para cuidar a su Hijo y ayudarlo en todo como buen padre.

San José es el camino más corto, más rápido y más seguro para llegar a María, mediadora de todas las gracias. La Virgen María a nadie amó más en la tierra, después de Jesús, que a José; lo amó con un amor total y esponsal. ¿Quién puede calcular el poder de intercesión de José ante su esposa María y ante su hijo Jesús? Su patrocinio y su poder de intercesión es superior al de todos los demás santos y ángeles, sin duda alguna.

San Gregorio Nacianceno (330-390) escribió: El Señor ha reunido en José como en el sol, toda la luz y el esplendor que los demás santos tienen juntos.

(P. Angel Peña O.A.R)

DEBEMOS HONRAR A SAN JOSÉ

 Honremos a san José, porque es el Santo más honrado del cielo y de la tierra. Dios Padre le honró confiando a su custodia su hijo Jesús y su hija María, las dos prendas más amadas de su corazón.

Dios Hijo honró a san José llamándole padre, obedeciéndole y confiando su vida a la solicitud y cuidado de san José.

El Espíritu Santo le honró entregándole su esposa, la Virgen María, por esposa suya. Jesús y María, después de haberle honrado estándole sujetos por treinta años consecutivos, asistieron a su preciosa muerte.

La Iglesia le honra instituyendo fiesta en su honor, declarándolo patrón de toda la Iglesia, y asegurando que es digno san José de sumos honores y alabanzas.

Los santos, los fieles todos invocan a san José a porfía con un entusiasmo y amor siempre crecientes, como al Santo sin igual, socorredor en toda necesidad, amparador en todo trabajo, consolador en toda tribulación y protector especial en todos los accidentes de la vida y en la hora de la muerte.

Levántanse por todo el orbe altares a san José, iglesias, pueblos, ciudades. Institutos religiosos, todo en obsequio del Santo. En dignidad y gracia, en santidad y gloria, no hallarás otro Santo, después de María, más honrado de Dios y de los hombres… ¿Y solo tú, alma mía, estarás tibia, o muda, temerás excederte, pusilánime, en honrar a san José, el Santo más honrado de Dios y de los fieles?

(El devoto josefino)



ADORACIÓN AL SANTÍSIMO SACRAMENTO

 Jesús, Salvador y Dios mío, verdadera y
realmente presente sobre este altar,
permitidme, os lo suplico, penetrar,
á través de las apariencias de vuestro Sacramento,
hasta vuestro adorable Corazón.
Por nosotros mismos no podemos nada, con
la Sangre de Jesús, todo lo podemos.
Sí, podemos y debemos ofrecer la preciosa
Sangre, Cuerpo y Divinidad de Jesús,
encerrado en todas las Hostias del mundo;
para glorificar a la Santísima Trinidad,
regocijar al cielo, a los ángeles y a los Santos;
para hacer temblar de una alegría siempre
nueva al corazón de María; para refrescar el
Purgatorio, difundir en él una día más claro
de esperanza y dar libertad a sus queridas prisioneras ;
por la conversión de los infieles del
mundo entero; por todas las necesidades de la
Santa Iglesia, por todos los pecadores.
¡Pidamos, pues, intercedamos, paguemos con
la Sangre de Jesús; pues es la Sangre de la
victoria, de la redención, de la resurrección y de la vida eterna!

 


TE JOSEPH CELEBRENT (Himno a San José)

 


Oh José! que los coros celestiales celebren tus grandezas,  que los cantos de todos los cristianos hagan resonar sus alabanzas. Glorioso ya por tus méritos, te uniste por una casta alianza a la Augusta Virgen.

Cuando, dominado por la duda y la ansiedad,  te asombras del estado en que se halla tu esposa, un Ángel viene a decirte que el Hijo que Ella ha concebido es del Espíritu Santo.

El Señor ha nacido, y le estrechas en tus brazos; partes con El hacia las lejanas playas de Egipto;  después de haberle perdido en Jerusalén, le encuentras de nuevo; así tus gozos van mezclados con lágrimas.

Otros son glorificados después de una santa muerte,  y los que han merecido la palma son recibidos en el seno de la gloria; pero tú, por un admirable destino, semejante a los Santos, y aún más dichoso,  disfrutas ya en esta vida de la presencia de Dios.

¡Oh Trinidad Soberana! oye nuestras preces, concédenos el perdón;  que los méritos de José nos ayuden a subir al cielo, para que nos sea dado cantar para siempre el cántico de acción de gracias y de felicidad. Amén.

(Devocionario Católico)

EL PECADO DEL ABORTO



La misericordia de Dios es infinita, pero también es infinita su justicia. Por eso, Dios exige reparación de todos los pecados cometidos. Con frecuencia, pide a las almas víctimas que sufran por los pecadores para reparar sus pecados y ayudar a salvarlos. Muchas veces, las desgracias naturales, pestes, etc., sonpermitidas por Dios como un medio de reparar tantos pecados cometidos por pueblos o naciones. Son misterios de Dios que entran dentro de la solidaridad universal de todos los hombres.

Santa Faustina Kowalska dice en su Diario que “un día me dijo Jesús iba a mandar un castigo sobre la ciudad más bella de nuestra patria (Varsovia). El castigo debía ser igual al que Dios había infligido a Sodoma y Gomorra. Un escalofrío sacudió y me traspasó el corazón. Yo oré en silencio”. Y por sus oraciones Dios la libró del castigo. 

Cuando su director espiritual, el P. Sopocko le preguntó por cuáles pecados Dios iba a castigar, ella respondió que por los pecados del aborto (Cuaderno 1, N°15).

Muchas otras veces, sufría grandes dolores para reparar estos pecados. Dice:

“Hoy (16-9-1937) he sentido unos dolores tan intensos que he debido acostarme. He estado retorciéndome con estos dolores durante tres horas. Ningún remedio me ayudaba y todo lo vomitaba. Jesús me ha hecho entender que lo había permitido en reparación de los pecados cometidos contra los niños asesinados en el vientre de las malas madres “. 

“Jesús me ha hecho conocer cuánto le agrada la o ración reparadora y me ha dicho: La oración de un alma humilde aplaca la ira de mi Padre y atrae un mar de bendiciones” (9-8-

1934).

(Extraído del libro "Más allá de la muerte, del P. Ángel Peña O.A.R.)

SEAMOS APÓSTOLES PARA SALVAR ALMAS


Sólo Jesús derramó su sangre por la Redención del mundo, pero ha querido servirse de cooperadores para distribuir sus beneficios. ¡Admirable condescendencia de Dios Padre! A nosotros, pobres criaturas, nos ha querido asociar a sus trabajos y a su gloria. 

La Iglesia, que nació de la llaga abierta del costado del Salvador, perpetúa por el ministerio apostólico la acción bienhechora y redentora de Jesucristo, Dios y hombre verdadero. Este ministerio del apostolado es, por voluntad expresa de Jesucristo, el factor principal de la extensión del Reino de Dios en el mundo. En este apostolado figuran en primera línea los Obispos y sacerdotes, y una pléyade de compañías de apóstoles, cuya exuberante floración constituirá siempre uno de los fenómenos más palpables de la vitalidad de la Iglesia. 

En los primeros siglos aparecen las órdenes contemplativas, cuya oración incesante y rudas penitencias, contribuyó poderosamente a la conversión del mundo pagano. En la Edad Media aparecen las Órdenes de Predicadores —los Dominicos—, las Ordenes mendicantes (franciscanos…) y militares, y los mercedarios, consagrados a la heroica misión de rescatar cristianos cautivos apresados por los musulmanes. 

La Edad Moderna ve nacer una multitud de Congregaciones e Institutos dedicados a la enseñanza, a las misiones, y a toda una serie de obras de caridad, tanto corporal como espiritual. 

También la Iglesia ha tenido en todas su épocas, una legión de colaboradores entre los seglares, verdaderos apóstoles con su ejemplo y su palabra, que incluso han llegado a veces hasta derramar su sangre por Jesucristo. Es realmente asombrosa esta eflorescencia de obras de apostolado que nacen, en el momento más oportuno, para dar respuesta a las nuevas necesidades y peligros que surgen en cada época. En todas ellas hay que constatar el mismo espíritu que animaba a San Pablo: Yo muy gustosamente me gastaré y desgastaré por vuestras almas (2 Cor 12,15).

(El alma de todo apostolado, Juan Bautista Chautard)

LOS MANDAMIENTOS DE LA LEY DE DIOS



Los mandamientos son normas de conducta dictadas por Dios a la humanidad para conducirnos a la felicidad eterna. «Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos» San Mateo, 19:17  

Los mandamientos obligan a todos los hombres de todos los pueblos, y son válidos para todos los tiempos, constituyendo el fundamento de toda moral individual y social. «La ley del Señor es perfecta y es descanso del alma» Salmo 18.

Dios ha impreso los mandamientos en el alma de tal modo que, incluso los que se las dan de ateos y dicen que no hay Dios, reconocen esta ley impuesta por Dios al hombre, y se ofenden cuando se les llama ladrones o embusteros.

La moral católica no sólo obliga a los católicos, obliga a todos los hombres; pues se basa en la ley natural. Todo hombre, católico y no católico, está obligado a no matar, no robar, no explotar al prójimo, no calumniar, etc. Esto no excluye que haya mandamientos exclusivos para los católicos, como el ir a misa, práctica de sacramentos, etc.

Los mandamientos «presentan valores trascendentes que nacen de la misma dignidad de la persona humana». Los mandamientos no son prohibiciones caprichosas para poner trabas a la libertad del hombre. Es la ley justa y sabia con que Dios quiere gobernarnos para nuestro propio bien.

Las cosas no son malas porque Dios las prohíbe, sino que Dios las prohíbe porque son malas.

Los mandamientos de la ley de Dios constituyen el programa más completo y más perfecto que se ha dado en el mundo, para conseguir la paz y la tranquilidad a los individuos, a las familias, a los pueblos y a las naciones.

Las mayores tragedias que vemos en esta vida ocurren frecuentemente porque no se guardan los mandamientos.

Si se cumplieran los mandamientos de Dios desaparecerían muchos problemas de hoy: delincuencia, terrorismo, violaciones, madres solteras, adulterios, hijos extramatrimoniales, abortos, drogas, SIDA, etc. Si todo el mundo cumpliera los mandamientos, la vida en la Tierra sería un cielo

(Para salvarte, P. Jorge Loring)



A CRISTO REY, CORONADO DE ESPINAS

 Monarca celestial,

te adoro en el misterio de tu Coronación.

Esclavo el mundo del demonio

y desconocedores los judíos

de que eras el Mesías,

te entregan para ser azotado

y coronado de espinas.

Rey de mi alma,

yo he tenido parte con mis culpas

en la coronación de tu Majestad;

he sido cómplice con tus enemigos,

cobarde en la defensa de tu derecho;

he callado

cuando debía unir mi voz

a la de tus defensores;

he permanecido cruzado de brazos, 

cuando debía combatir sin descanso

por tu honor y gloria.

Perdona, Señor, tanta infidelidad

y el haber hecho causa común

con tus enemigos.

Conozco y proclamo

que solo en tu Reino

de santidad y justicia 

está mi bien supremo.

Haz que, desde ahora y para siempre,

me dedique a hacerte reinar

en mi corazón y en todos los corazones,

para que podamos todos un día

rendirte el homenaje eterno de tus escogidos.


EL ESCAPULARIO DEL CARMEN


El escapulario del Carmen es el signo externo de devoción mariana; que consiste en la consagración a la Santísima Virgen María por la inscripción en la Orden Carmelitana, en la esperanza de su protección maternal.

El escapulario del Carmen es un sacramental, es decir, según el Concilio Vaticano II, "un signo sagrado según el modelo de los sacramentos, por medio del cual se significan efectos, sobre todo espirituales, que se obtienen por la intercesión de la Iglesia" (S.C.60).

ORIGEN Y PROPAGACION

A principio del XIII nacía en el monte Carmelo, de Palestina, la Orden de los Carmelitas.

Pronto se vieron obligados a emigrar a Occidente. En Europa, el Superior General de la Orden, San Simón Stock, suplicaba con insistencia la ayuda de la Santísima Virgen con esta oración:

Flor del Carmelo

viña florida

esplendor del Cielo

Virgen fecunda y singular

¡Oh madre tierna!

intacta de hombre

a los carmelitas

proteja tu nombre

Estrella del mar.



En 1251, se realizó el prodigio:

 " Se le apareció la Bienaventurada Virgen María, acompañada de una multitud de ángeles, levando en sus benditas manos el escapulario de la Orden y diciendo estas palabras:“ Este será el privilegio para ti y todos los Carmelitas: quien muera con él no padecerá el fuego del infierno, es decir, el que con el muriese, se salvará. Esta promesa, la recordaba Pío XII el 11 de febrero de 1950.

 " Y, en verdad -decía-, no se trata de un asunto de poca importancia, sino de la consecución de la vida eterna en virtud de la promesa hecha, según la tradición, por la Santísima Virgen. Es ciertamente el santo escapulario como una librea mariana, prenda y señal de protección de la Madre de Dios. Mas no piensen los que visten esta librea que podrán conseguir la salvación eterna abandonándose a la pereza y a la desidia espiritual ...


PRIVILEGIO SABATINO

"Yo, la Madre de Gracia, bajaré el sábado después de su muerte y a cuantos-religiosos, terciarios y cofrades- hallare en el Purgatorio los liberaré y los llevaré al monte santo de vida eterna".


PROTECCION MATERNAL

Por su profundo simbolismo mariano, por los grandes privilegios y por el gran amor y privilegiada asistencia, que ha manifestado a través de los siglos la Santísima Virgen del Carmen a quienes vistan devotamente su escapulario: "En  la vida protejo, en la muerte ayudo, del purgatorio salvo".


PROFUNDO SIGNIFICADO O SIMBOLISMO

Al vestir el escapulario, y durante toda la vida, es muy importante que sepamos apreciar su profundo y rico significado, como pertenencia a una Orden, a la del Carmen, con obligación de vivir según su rica espiritualidad y su propio carisma. Quien viste el escapulario debe procurar tener siempre presente s la Santísima Virgen y tratar de copiar sus virtudes, su vida y obrar como Ella, María, obró, según sus palabras: "He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra".


  El escapulario del Carmen es un MEMORIAL de todas las virtudes de María.

 "Reconozcan en este memorial de la Virgen un espejo de humildad y castidad".


INDULGENCIAS

He aquí las indulgencias plenarias y parciales para los que visten el escapulario:

A).- Indulgencias plenarias.

1. El día que se viste el escapulario y el que es inscrito en la Tercera Orden o Cofradía.

2. En estas fiestas:

a) Virgen del Carmen (16 de Julio o cuando se celebre);
b) San Simón Stock (16 de mayo);
c) San Elías Profeta (20 de Julio);
d) Santa Teresa de Jesús (15 de Octubre),
e) Santa Teresa del Niño Jesús (1 de octubre);
f) San Juan de la Cruz (14 de Diciembre);
g) Todos los Santos Carmelitas (14 de Noviembre).

B).- Indulgencia parcial: Se gana indulgencia parcial por usar piadosamente el Santo Escapulario. No sólo por besarlo, sino por cualquier otro acto de afecto y devoción. También a la medalla-escapulario.


RECOMENDACION PONTIFICIA

Pablo VI, tratando de las líneas señaladas por el Vaticano II, dijo: "Creemos que entre estas formas de piedad mariana deben contarse expresamente e rosario y el uso devoto del ESCAPULARIO DEL CARMEN". Y añade, tomanto la afirmaciones de Pío XII: "Esta última práctica, por s misma sencillez y adaptación a cualquier mentalidad, ha conseguido amplia difusión entre los fieles con inmenso fruto espiritual". Juan Pablo II, que es terciario carmelita, ha recordado en diversas ocasiones que viste con devoción, desde niño, el escapulario del Carmen. La fiesta de la Virgen del Carmen -16 de julio, está entre las fiestas " que hoy, por la difusión alcanzada, pueden considerarse verdaderamente eclesiales" (M.C. 5).

El escapulario de tela puede ser sustituido por la medalla-escapulario.

Quien viste el escapulario del Carmen debe distinguirse por una profunda, sincera y filial devoción a

la Santísima Virgen, esforzándose siempre por conocer, amar, imitar e irradiar a María.


ORACIÓN A SANTO TOMÁS DE AQUINO PARA LOS QUE ESTUDIAN

 ¡Oh inefable Creador nuestro, Altísimo principio y fuente verdadera de luz y sabiduría,

dígnate infundir el rayo de tu claridad sobre las tinieblas de mi inteligencia, 

removiendo la doble oscuridad con la que nací: la del pecado y la ignorancia.

¡Tú, que haces elocuentes las lenguas de los pequeños, instruye la mía, 

e infunde en mis labios la gracia de tu bendición!

Dame agudeza para entender, capacidad para retener, método y facilidad para atender,

sutileza para interpretar y gracia abundante para hablar.

Dame acierto al empezar, dirección al progresar y perfección al acabar

¡Oh Señor! Dios y hombre verdadero, que vives y reinas por los siglos de 

los siglos.

Amén.



EL VIÁTICO EN LOS NIÑOS (MUY IMPORTANTE)

 


El Código canónico dice:

«Para que pueda y deba administrarse la santísima Eucaristía a los niños en peligro de muerte, basta que sepan distinguir el cuerpo de Cristo del alimento común y adorarlo reverentemente» (cn.913,2.1).

Es una lástima que, por no saber estas cosas los padres o tutores de los niños, mueran sin viático muchos de los que hubieran podido recibirlo, aumentando con ello — infaliblemente, ex opere operato— su grado de gracia y, por consiguiente, su grado de gloria en el cielo.

A cualquier niño que sepa que en la Eucaristía está el Niño Jesús y muestre deseos de recibirle en su corazón, se le puede y debe administrar el viático, aunque no tenga sino tres o cuatro años de edad si estuviera en peligro de muerte.

Fuera de peligro de muerte, con razón se exige un conocimiento más pleno de la doctrina cristiana y una preparación más cuidadosa, esto es, tal que conozcan los niños, según su capacidad, el misterio de Cristo y se acerquen a recibir la santísima Eucaristía con devoción proporcionada a su tierna edad (cn.913,1).

Nótese que la Iglesia no exige más que el conocimiento del misterio de Cristo: la existencia de Dios, la encarnación del Verbo para redimir al hombre pecador etc... El niño que sepa estas cosas y tenga deseos de comulgar, puede recibir la primera comunión aunque no haya cumplido los siete años ni sepa el resto del catecismo, ya lo aprenderá después. Los que muestren rigorismo en este punto han olvidado el deseo de aquel que dijo: «Dejad que los niños vengan a mí y no se lo prohibáis, que de ellos es el reino de los Cielos» ¡Con qué gusto entrará el Señor en esas almas tan puras e inocentes, a pesar de sus distracciones infantiles!

- Antonio Royo Marín, Teología moral para seglares -

CONSAGRACIÓN A JESUCRISTO

Divino Redentor

Rey de majestad inmensa, clavado en cruz,

Rey de infinita dulzura, anegado en hiel,

Jesús, nuestro inefable bien.

Te ofrezco como homenaje

de amor y reparación,

mis pensamientos,

palabras, obras,

deseos, sufrimientos,

mi vida entera,

y, en presencia de María,

tu Madre y nuestra Reina Inmaculada,

me entrego y consagro a Ti para siempre.

CONVIÉRTENOS A TI

 

Omnipotente Salvador

y Rey de nuestras almas

óyenos.

Danos un vivo dolor de nuestras culpas

y míranos con misericordia.

Conviértenos

y convierte a todos los hombres a ti.

Haz que sea la tierra

un lugar donde florezcan

todas las virtudes

y Corte de universal adoración a Ti.


DESAGRAVIO A JESÚS REDENTOR


 

Jesús, mi Redentor, mi Rey, mi Dios.

A pesar del infinito amor que has mostrado a los hombres

haciéndote nuestro hermano y derramando tu sangre

para librarnos de la muerte,

nuestra vida ha sido una continua ingratitud.

Rompe ya la dura roca de nuestro corazón,

limpia la infidelidad de nuestra alma,   

enciéndenos en celo de tu gloria,

témplanos en la fragua de tu Corazón,

para que, consagrándonos a tu servicio

y a la defensa de tu Soberanía,

podamos desagraviarte todos los días de nuestra vida

y adorarte en tu corte eterna.

Amén.

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