Vos sois el Corazón por excelencia; todo lo
que Dios, en su sabiduría y en su poder, quiso
poner de grande, de bueno, de fuerte, de dulce,
de activo y de inteligente en el corazón del
Hombre, vuestro Corazón lo encierra en perfección;
Él es el ideal y el tipo eterno del corazón humano en
el doble esplendor de su naturaleza y de su
deificación por la gracia.
Corazón de Jesús, vos habéis sido enriquecido,
desde la Creación, de todos los tesoros de
la sabiduría y de la ciencia, de todas las gracias
y de todas las virtudes.
Vuestra ciencia os descubre todos los pensamientos,
todas las intenciones de los ángeles y
de los hombres, todos los secretos de la naturaleza.
Todos los misterios están abiertos delante de Vos ;
yo os abro mi corazón, a quien
vuestra ciencia penetra ya con su mirada; yo
quiero que nada de él se os oculte, oh Corazón
vigilantísimo de mi Maestro y de mi Guía.
Todas las gracias, todos los dones, todas las
efusiones de la santidad están en Vos en toda
plenitud.
Oh Corazón de Jesús, mi Modelo,
todas las perfecciones, todas las virtudes,
todos los heroísmos, vuestro Corazón los ha
practicado durante su vida por mi salvación;
hoy, en la Eucaristía, me da su gracia; mañana,
en el Cielo, su recuerdo será mi alegría y el
tema de mis alabanzas.
(La Persona del Cristo Eucarístico, R.P.A. Tesniere)
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