HORA SANTA DE REPARACIÓN ACOMPAÑANDO A MARÍA


 

María,

Dame tus ojos, para mirarlo.

Dame tus brazos, para abrazarlo.

Dame tus manos, para acariciarlo y tus labios para besarlo.

Dame tu rostro, para que Él voltee a verme.

Dame tus pies, para sostenerme.

Dame tu cielo, para llevarle alegría.

Dame tu sonrisa, para aliviar su agonía.

Dame tu paz, para encontrarlo a Él, y tu alma,

para permanecer en Él.

Dame tu belleza, para enamorarlo.

Dame tus oídos, para escucharlo.

Dame tu voz, para llamarlo, y tus palabras, para consolarlo.

Dame tu amor, para amarlo, y tu corazón, para adorarlo.

Dame tu dolor, para sufrirlo, y tu sufrimiento, para vivirlo.

Dame tus lágrimas, para llorar, y tu silencio, para callar.

Dámelo todo, Madre mía, para a tu Hijo al extremo amar,

para entregarle mi vida y mi voluntad.

Dame la luz que me guíe, para encontrar a Jesús,

en el camino al Calvario, y cargar yo su Cruz.

Para subirme con Él, y ser clavado y crucificado,

para llegar a la gloria con mi Dios resucitado.

Amén

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