MARÍA, ATAMOS LAS ALMAS A TU ESPERANZA

María es la Virgen fiel, que por su fidelidad a Dios repara las pérdidas que la Eva infiel causó por su infidelidad, y alcanza a quienes confían en Ella la fidelidad
para con Dios y la perseverancia. 
Por esto, un santo la compara a un áncora firme, que los sostiene e impide que
naufraguen en el mar tempestuoso de este mundo, en donde tantos perecen por no aferrarse a Ella: 
“Atamos -dice- las almas a tu esperanza como a un áncora firme.”
Los santos que se han salvado estuvieron firmemente adheridos a Ella, y a Ella ataron a otros para que perseveraran en la virtud.

¡Dichosos, pues, una y mil veces, los cristianos que ahora se aferran fiel y enteramente a María como a un áncora firme! Los embates tempestuosos de este mundo no los podrán sumergir ni les harán perder sus tesoros celestiales.
¡Dichosos quienes entran en María como en el arca de Noé!
Las aguas del diluvio de los pecados que anegan a tantas personas no les harán daño, porque los que obran por mí no pecarán –dice la divina Sabiduría–; es
decir, los que están en mí para trabajar en su salvación no pecarán.

(Tratado de la verdadera devoción a la santísima Virgen, San Luis María de Montfort)


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

POEMAS A LA ANUNCIACIÓN DE MARÍA

  𝐋𝐚 𝐀𝐧𝐮𝐧𝐜𝐢𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 - 𝐄𝐧𝐜𝐚𝐫𝐧𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 (𝐋𝐨𝐩𝐞 𝐝𝐞 𝐕𝐞𝐠𝐚) Estaba María santa Contemplando las grandezas De la que de...

ENTRADAS POPULARES