¡Corazón de Jesús ! De vuestra vida y de vuestra muerte, de vuestra Iglesia y de vuestro trono, no recibo más que amor.
Pero el foco de todos estos amores , cuyas llamas me vivifican, que es vuestro mismo Corazón, ¿no me lo daréis también?
¿Es este deseo temerario quizá, habiendo recibido tanto?
¡Ah ! perdonadme, yo no puedo contener mi corazón que os grita: — Dadme vuestro Corazón, oh Jesús, y no me deis nada ! Vuestro amor sin vuestro Corazón sería para mí un suplicio intolerable , que me haría morir de deseo!
Y Vos me habéis respondido: ¡Tomad y comed todos; éste es mi Cuerpo; ésta es mi Sangre! ¡ Y la Eucaristía me ha entregado a vuestro Corazón! Yo lo tengo, lo poseo y no lo dejaré ir.
(Cristo Eucarístico, R.P.A. Tesniére)
No hay comentarios:
Publicar un comentario