Señor, enséñanos a no contentarnos
con amar a los nuestros, a los que amamos.
Señor, enséñanos a pensar en los otros,
a amar primero a los que no son amados.
Señor, danos la gracia de comprender
que en cada momento de nuestra vida
hay millones de seres humanos
que son hijos tuyos,
que son mis hermanos,
y que mueren de hambre,
y que mueren de frío.
Señor, ten piedad
de todos los pobres del mundo.
Señor, no permitas que sigamos
siendo felices nosotros solos.
Danos la angustia de la miseria universal
y líbranos de nosotros mismos.
- Raoul Follereau -
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