Por Ti he preguntado a las estrellas
cuando para buscarte no sabía
qué camino, Señor, me enseñaría
el divino regalo de tus huellas.
Te busqué por las noches, por aquellas
en que el cielo en tu nombre se encendía
y anduve entre las aguas, y por ellas,
pensé que al navegar te encontraría.
Siempre te busqué fuera de mí mismo;
en el viento, en la roca, en el abismo,
creyendo que en lo inmenso te encontrabas.
Y no miré Señor, a mi costado
donde estabas mostrándote a mi lado,
por la manera con que el pan cortabas.
(Luis Lopez Anglada)
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