LA GRANDEZA DE SAN JOSÉ


La grandeza de San José está por encima de la de todos los santos y ángeles. Después de María, es el santo más santo, el que más cerca ha estado de la divinidad. Él ha tocado con sus propias manos al Dios hecho carne.

Todos sus privilegios y toda su dignidad le vienen de ser el esposo de María, y padre de Jesús, pero no carnal, pues María era, es y será siempre Virgen. También el hombre justo y bueno, a quien el Señor puso al frente de su familia.

¡Cuántas veces jugaría con Jesús, le enseñaría a trabajar, y sobre todo, le demostraría un amor a toda prueba! José es el hombre del silencio. No nos dice ni una palabra en el Evangelio. Pero, con su actitud callada y reservada, nos enseña a ser humildes y a cumplir calladamente y sin alardes nuestras obligaciones de cada día.

Toda su vida estuvo al servicio de Jesús y de María. Y supo cumplir bien su misión. Encoméndemos a él de todo corazón.

(P. Angel Peña O.A.R)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

𝐄𝐋 𝐌𝐈𝐋𝐀𝐆𝐑𝐎 𝐄𝐔𝐂𝐀𝐑Ɩ́𝐒𝐓𝐈𝐂𝐎 𝐃𝐄 "𝐄𝐋 𝐂𝐄𝐁𝐑𝐄𝐑𝐎" (𝐎 𝐂𝐄𝐁𝐑𝐄𝐈𝐑𝐎)

  En un día de invierno del año 1300 en el que nevaba abundantemente, un vecino de la localidad de Barxamaior, llamado Juan Santín, labriego...

ENTRADAS POPULARES