JESÚS SE HACE CARNE PARA QUE NOSOTROS SEAMOS DIVINIZADOS


¡Oh Dios de grandeza y bondad infinitas! Son ciertamente admirables las verdades que la fe nos descubre sobre lo más intimo de tu Vida. 

Tú, Padre Santísimo, te contemplas eternamente en el Verbo, tu imagen perfectísima.

El Verbo se estremece de gozo al contemplar tu hermosura, y del éxtasis de los dos surge el Espíritu Santo como una hoguera de amor.

Tú, Trinidad adorable, eres la única vida interior perfecta, superabundante e infinita. Porque eres la Bondad sin límites, quieres hacer partícipe al hombre de tu vida íntima.

Al conjuro de tu voz, tus obras salen de la nada, proclamando tus perfecciones y cantando tu gloria. Un abismo infinito existe entre Tú y el hombre que has creado, polvo animado por tu soplo.

Tu Espíritu de Amor quiere llenar este abismo, para poder de esta manera satisfacer tu deseo de amar y comunicarte.

Este barro amasado por tus manos, al que diste la vida con un soplo de tu amor, podrá ser ¡oh prodigio! divinizado, y participar de tu eterna bienaventuranza.

Tu Verbo se brinda a realizar esta obra, haciéndose carne para que nosotros nos hagamos dioses (San Agustín).

Y esto lo logras, oh Verbo, sin dejar el Seno de tu Padre, en el cual subsiste tu Vida esencial, Fuente de donde brotan las maravillas de tu apostolado.

(Juan Bautista Chautard, abad cesterciense)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

ORACIÓN PARA SER MISERICORDIOSOS

"Oh Señor, deseo transformarme toda en Tu misericordia y ser un vivo reflejo de Ti. Que este supremo atributo de Dios, es decir su inso...

ENTRADAS POPULARES