Cualquier gracia o don sobrenatural que Dios ha concedido a algún santo o criatura humana, lo ha concedido también a la Virgen María en la misma forma o en grado más eminente.
Esta afirmación tiene su fundamento en el hecho colosal de la maternidad divina de María.
Veamos algunos testimonios por parte de algunos santos:
San Bernardo : « Lo que consta haber sido concedido a algunos mortales, aunque sea a pocos, ciertamente no se puede pensar que fuese denegado a María, por la cual fueron todos librados de la muerte y trasladados a la vida».
San Buenaventura: «Cualquier dignidad o gloria concedida parcialmente a los santos, fue concedida íntegramente a la sagrada Virgen María».
Santo Tomás de Aquino : «Créese, con razón, que aquella bienaventurada Virgen que engendró al Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad, hubo de recibir más que nadie de los dones y privilegios de la misma gracia».
P ío XI: «Es María Madre de Dios, y, como tal, obtuvo con creces cualquier privilegio concedido a cualquier santo en el orden de la gracia santificante»
(Teología y espiritualidad marianas, Antonio Royo Marín)
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