Os he dado mi imagen y semejanza y habiendo vosotros perdido la gracia por el pecado, para devolveros la vida de la gracia, uní a vosotros mi naturaleza divina, cubriéndola con el velo de vuestra humanidad . Siendo vosotros mi imagen, tomé la vuestra al tomar forma humana . De modo que soy uno con vosotros si el alma no se aparta de mí por la culpa del pecado mortal, pues quien me ama está en mí, y yo en él '.
El mundo os persigue porque no tiene semejanza conmigo, y por eso persiguió a mi Hijo unigénito hasta la afrentosa muerte de la cruz; y lo mismo hace con vosotros. Os persigue y perseguirá hasta la muerte , porque no me ama . Si el mundo me amara , os amaría a vosotros.
Pero alegraos, porque vuestra alegría será completa en el cielo y cuanto más abunden ahora las tribulaciones en el cuerpo místico de la santa Iglesia, tanto más abundará en ella la dulzura y el consuelo. La dulzura consistirá en esto: en la reforma de los santos y buenos pastores, que son flores de gloria, es decir, que dan gloria y alaban mi nombre ofreciéndome los perfumes de la virtud fundada en la verdad.
(El diálogo, santa Catalina de Siena)
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