ORACIÓN PARA PEDIR A MARÍA QUE NOS LLEVE A DIOS




Qué esperanza de salvación y vida eterna

me da el Señor al haberme otorgado 

por su misericordia tal confianza 

en el auxilio de su Madre,

a pesar de que por mis pecados

he incurrido en su desgracia y he merecido fatal condena.


Doy gracias a Dios y a mi protectora María

que se ha dignado acogerme bajo su manto,

como lo demuestran tantas gracias

como por su medio he recibido.

Sí que te agradezco, Madre mía,

tantos bienes como me has regalado.

Reina mía, ¡de cuántos peligros me has librado!

¡Cuántas luces y misericordias

me has alcanzado de Dios!

¿Qué atenciones o qué beneficios

has recibido de mí para que así te empeñes 

en favorecerme?


Sólo tu bondad es quien te mueve.

Aunque diera por ti mi sangre y mi vida,

sería muy poco para lo que te debo,

a ti que me has librado de eterna muerte

y por ti he recobrado la gracia de Dios, 

como confío.

De ti proviene, lo sé, toda mi dicha.

Mi Señora, yo lo que tengo que hacer

es alabarte siempre y amarte.

Acepta el afecto de un pobre pecador

que está enamorado de tu bondad.


Si mi corazón es indigno de amarte

por estar lleno de afectos terrenales,

cámbiamelo, que en tu mano está el hacerlo.

Y luego úneme a mi Dios de tal manera

que no pueda separarme de su amor.

Esto quieres de mí, que ame a tu Dios;

y lo mismo pido de ti, que yo le ame

y le ame siempre, que nada más deseo. Amén.


(Las Glorias de María, San Alfonso Mª de Ligorio)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

𝐄𝐋 𝐌𝐈𝐋𝐀𝐆𝐑𝐎 𝐄𝐔𝐂𝐀𝐑Ɩ́𝐒𝐓𝐈𝐂𝐎 𝐃𝐄 "𝐄𝐋 𝐂𝐄𝐁𝐑𝐄𝐑𝐎" (𝐎 𝐂𝐄𝐁𝐑𝐄𝐈𝐑𝐎)

  En un día de invierno del año 1300 en el que nevaba abundantemente, un vecino de la localidad de Barxamaior, llamado Juan Santín, labriego...

ENTRADAS POPULARES