NUESTRA LUCHA CONTRA EL MUNDO


El mundo, el demonio y la carne son enemigos de nuestra salvación. Vamos a detenernos en el primero: EL MUNDO.

¿Qué es el mundo en este contexto espiritual? Podríamos decir que es el ambiente anticristiano que se respira entre los que viven completamente olvidados de Dios y entregados por completo a las cosas de la tierra y se manifiesta de varias formas:

a) FALSAS MÁXIMAS, en directa oposición a las del Evangelio. 

El mundo exalta las riquezas, los placeres, la violencia, el fraude y el engaño puestos al servicio del propio egoísmo, la libertad para entregarse a toda clase de excesos y pecados. «Somos jóvenes, hay que disfrutar de la vida», «Hay que ganar dinero, sea como sea», «Lo principal de todo es la salud y la vida larga», estas son las máximas del mundo a las que rinde culto y vasallaje. No concibe nada más noble y elevado.

b) BURLAS Y PERSECUCIONES contra la vida de piedad, contra la ropa decente; contra los espectáculos morales, que califica de ridículos y aburridos; contra la conciencia en los negocios; contra las leyes santas del matrimonio, que juzga anticuadas e imposibles de practicar; contra la vida cristiana del hogar; contra la obediencia de la juventud, a la que proclama libre para saltar por encima de todos los frenos y barreras...

c) PLACERES Y DIVERSIONES cada vez más abundantes, refinados e inmorales; promiscuidad, libertinaje, revistas y programas de chismes, conversaciones torpes, chistes procaces, frases de doble sentido, etc., etc. No se piensa ni se vive más que para el placer.

d) ESCÁNDALOS Y MALOS EJEMPLOS casi continuos, hasta el punto de apenas poder salir a la calle, abrir un periódico, contemplar un escaparate, oír una conversación sin que aparezca en toda su crudeza una incitación al pecado en alguna de sus formas.

¿CÓMO PODEMOS LUCHAR CONTRA EL MUNDO?

1) HUIR DE LAS OCASIONES PELIGROSAS.

Renunciar de buen grado a los espectáculos que contienen veneno, siembra sus errores y excita las pasiones bajas. 

2) AVIVAR LA FE.

Hemos de oponer a las falsas apariencias del mundo la firme adhesión del espíritu a las cosas divinas: desoir sus máximas perversas, y oir las palabras de Jesucristo; cuando nos quieran tentar sus halagos y seducciones, recordaremos las promesas eternas de Dios; antepondremos la paz de nuestra alma y la serenidad de una buena conciencia a los placeres y diversiones que nos ofrece el mundo, y ante sus burlas y menosprecios, demostraremos la entereza de los hijos de Dios; ante los escándalos y malos ejemplos, consideraremos la conducta de los santos.

3) CONSIDERAR LA VANIDAD DEL MUNDO. El mundo pasa velozmente: «porque pasa la forma de este mundo» (1 Cor. 7,31), y con él pasan sus placeres y concupiscencias: «el mundo pasa y también sus concupiscencias» (1 lo. 2,17). 

4) PISOTEAR EL RESPETO HUMANO.

Se le llama respeto humano el que nos importe lo que otros piensan de nosotros. La atención al qué dirán es una de las actitudes más viles e indignas de un cristiano y una de las más injuriosas contra Dios. Para no «disgustar» a cuatro gusanillos indecentes que viven en pecado mortal, nos avergonzamos de ser seguidores de Jesús.

Jesús nos advierte claramente en el Evangelio que negará delante de su Padre celestial a todo aquel que le hubiera negado delante de los hombres (Mt. 10,33). Y San Pablo afirma de sí mismo que no sería discípulo de Jesucristo si buscase agradar a los hombres (Gal. 1,10). El cristiano que quiera santificarse ha de prescindir en absoluto de lo que el mundo pueda decir o pensar. El mundo nos odiará y perseguirá—nos lo advirtió el divino Maestro (lo. 15,18-20)—, pero, si encuentra en nosotros una actitud decidida e inquebrantable, acabará dejándonos en paz. sólo contra los cobardes que vacilan, vuelve una y otra vez a la carga para arrastrarlos nuevamente a sus filas. 

El mejor medio de vencer al mundo es no ceder un solo paso, afirmando con fuerza nuestra personalidad en una actitud decidida, clara e inquebrantable de renunciar para siempre a sus máximas y vanidades.


 (Antonio Royo Marín, TEÓLOGO)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

ORACIÓN PARA SER MISERICORDIOSOS

"Oh Señor, deseo transformarme toda en Tu misericordia y ser un vivo reflejo de Ti. Que este supremo atributo de Dios, es decir su inso...

ENTRADAS POPULARES