Porque no fue su espada la que ocupó la tierra,
ni su brazo el que le dio la victoria,
sino tu diestra y tu brazo y la luz de tu rostro,
porque tú lo amabas.
(Salmo 101)
Los ateos se empeñan en demostrar que Dios es malo, y para ello hurgan en el Antiguo Testamento (porque en el Nuevo se quedan sin argumentos al encontrar allí a Jesús y su amor que lo lleva a la muerte) y buscan en el Antiguo palabras duras, palabras vengativas, y con eso creen ya demostrar que Dios es malo, pero como vemos, también los Libros del Antiguo Testamento están repletos de frases y citas que nos muestran el inmenso amor que Dios ha tenido siempre a los hombres. Los Salmos están cargaditos del amor de Dios, pero el que se empeña en no ver, aunque le pongan mil pruebas por delante no va a ver porque ya ha decidido no ver, no creer, con estas personas de poco vale discutir, mucha oración es lo que necesitan.
(Carmen de Jesús Crucificado, O.C.D.S.)
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