ADORACIÓN A LA PRECIOSA SANGRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO


 

Creo con todo mi corazón, con la Iglesia Católica, 

que toda vuestra Sangre, Jesús Salvador y Dios mío, 

está contenida, está presente en el Santísimo Sacramento,

presente en vuestro Cuerpo oculto bajo 

las especies, como en vuestro Cuerpo sentado 

en el trono del cielo; yo la creo presente y 

animada, viva y glorificada, circulando a través 

de vuestras venas; 

La adoro como a la Sangre de mi Dios; 

La adoro y la contemplo con la admiración 

de mi fe, en su esplendor y en su hermosura: 

es una sangre purísima, luminosa, incorruptible, 

penetrada por la vida inmutable y gloriosa 

de la resurrección. 

La adoro y la amo con la alegría de mi corazón, 

porque es una sangre verdaderamente humana 

y de la misma naturaleza que la mía, 

es la Sangre tomada de María, que corrió de su 

corazón, que se alimentó y aumentó con la 

leche de María, y que guarda siempre, por un 

maravilloso privilegio del amor de su Hijo 

hacia su Madre, el perfume virginal de su 

fuente inmaculada. 

La adoro y la venero con un santo temor, 

porque es la Sangre del dulce Cordero degollado 

a causa de mis pecados ; ella se escapó 

de las venas de Cristo con inmensos dolores, y 

cubrió el polvo y las rocas de la gruta de la 

agonía, cayó sobre las manos de los verdugos, 

tiñó las cañas de la flagelación y la espinas 

de la corona, dejó sus huellas sobre las gradas 

del Pretorio y en las calles de Jerusalén, sobre 

los clavos y el árbol de la cruz, sobre el velo 

de María y sobre la túnica de Magdalena: allí 

y en todas partes donde existía una gota de 

ella, los Ángeles fueron a recogerla y la vertieron 

en las venas del Salvador en el momento 

de su resurrección: el Sacramento contiene 

toda la Sangre derramada por amor al hombre 

y por la expiación de sus crímenes. 

La adoro en el triple estado que reviste en 

la Eucaristía: creo que está presente en su 

totalidad en la Hostia del Tabernáculo, 

animando allí la vida perpetua de Jesús 

y haciendo resplandecer sus cinco llagas adorables. 

Creo que es derramada bajo la apariencia 

distinta del vino en el Sacrificio, reproduciendo 

así el acto final que la separó del Cuerpo de 

Cristo y dio la muerte al Salvador; pero al 

mismo tiempo la creo presente bajo una y otra 

apariencia, inseparablemente unida a la carne 

del Salvador y á su divinidad. 

Creo, por último, que se da real y totalmente 

en la Comunión; creo que permanece en el que comulga, 

para vivificar, refrescar y fecundizar su vida sobrenatural, 

mientras duran las Santas Especies.

¡Séanle dadas adoración, alabanza, honor y 

bendición!

 - Cristo Eucarístico, R.P.A. Tesniere -

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

ORACIÓN PARA SER MISERICORDIOSOS

"Oh Señor, deseo transformarme toda en Tu misericordia y ser un vivo reflejo de Ti. Que este supremo atributo de Dios, es decir su inso...

ENTRADAS POPULARES