¿SATANÁS EXISTE? ¿CÓMO ES SATANÁS?


Dice Sertillanges que la obra maestra de Satanás ha sido hacer creer a los hombres que él no existe.
La  existencia de  Satanás es  dogma de  fe. 
Está  definido en  el Concilio  Lateranense  IV, que dice explícitamente: «Creemos firmemente  y  confesamos sinceramente que el  diablo y demás demonios fueron creados por Dios buenos, mas ellos, por sí mismos, se hicieron malos». «Por lo tanto no se puede negar la existencia real de un ser creado por Dios».

El pecado del demonio fue de soberbia.
La Biblia dice que Dios creó los ángeles y que algunos pecaron y fueron  condenados  para  siempre:  éstos  son  los  demonios.  «Los demonios son ángeles caídos».

La existencia del demonio también lo ha confirmado recientemente la Iglesia al actualizar el ritual de los exorcismos, esto demuestra que sigue vigente la doctrina del demonio. 



Padre Gabriele Amorth

El cardenal Jorge Arturo Medina Estévez Prefecto de la Congregación para el Culto Divino, dijo en Rueda de Prensa, El 26 de enero  de  1999: 
«Sabemos  que  hay  católicos  que  ponen  en  duda  la existencia del diablo, pero esta realidad pertenece a la fe y a la doctrina de la Iglesia Católica.
Quien diga que el diablo no existe no está ya en la fe.

El cardenal Medina dice «que el influjo nefasto del demonio y de sus secuaces se ejerce habitualmente a través del engaño, la mentira y la confusión.
Si Jesús es la Verdad, el diablo es mentiroso por excelencia. Desde siempre, desde el principio, la mentira ha sido su estrategia preferida.
Engaña a los hombres haciéndoles creer que la felicidad se encuentra en el dinero, en el poder, en la concupiscencia carnal.
Engaña a los hombres persuadiéndoles de que no tienen necesidad de Dios y de que son autosuficientes, sin necesidad de la gracia y de la salvación. Incluso engaña a los hombres disminuyendo, es más, haciendo desaparecer el  sentido  del  pecado,  sustituyendo  la  ley  de  Dios  como  criterio  de moralidad por las costumbres y las convenciones de la mayoría.
Persuade a los niños de que la mentira es un modo apto para resolver los diversos problemas, y así poco a poco se crea entre los hombres un atmósfera de desconfianza y de sospecha. Tras las mentiras y engaños, que llevan la imagen del Gran Mentiroso, se desarrollan las incertezas, las dudas, un mundo en el que no hay ya seguridad, ni Verdad y donde, en cambio, reina el relativismo y la convicción de que la libertad consista en el hacer lo que
se quiere; así no se entiende ya que la verdadera libertad es la identificación con la voluntad de Dios, fuente del bien y de la única felicidad posible».


El demonio es un ser inteligente, no humano, que induce a los hombres al mal. Pero su poder no es infinito, al demonio se le puede vencer con la ayuda de Dios. No es más que una criatura, potente por el hecho de ser espíritu puro, pero siempre una criatura: no puede impedir la edificación del Reino de Dios». 



En la Biblia parece clara la existencia del demonio en la tentación de Eva, en las pruebas de Job, etc.; y sobre todo en el Evangelio. Cristo para rechazar a Pedro que le proponía huir de la cruz le dice:«Apártate de mí, Satanás». Es decir, Cristo supone que Satanás es alguien. Si no, ese modo de hablar no tendría sentido.
Dice el Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica que el demonio es persona. Así lo considera Cristo pues supone que tiene deseos: le dice a Pedro que «Satanás quiere cribaros como al trigo». Y San Pedro llama a Satanás nuestro adversario y afirma que anda buscando el modo de hacernos daño. En otra ocasión Cristo afirma que Él expulsa al demonio.



D. Salvador Muñoz Iglesias, Profesor de Sagrada Escritura en el Seminario de Madrid, dice:

«Quien niegue la existencia real de Satanás tiene que admitir que Cristo o se equivocó o nos engañó.
Si un cristiano no puede admitir ninguna de estas dos cosas, tendrá que aceptar la existencia real de Satanás». «Si  hay  algo  claro  en  una  lectura  de  las  páginas  del  Nuevo Testamento, es que para Jesús y los Apóstoles, el demonio es una realidad, una realidad viva; y no una simple figuración o un fantasma»

Pablo VI dijo: «Quien rehusa reconocer la existencia de Satanás se sale del marco de la enseñanza bíblica y eclesiástica».

Dice Monden: «No se puede eliminar de la Escritura la existencia del demonio como ser personal sin alterar el mensaje cristiano en su misma esencia».

 A veces se dan casos, aunque rarísimos, de posesión diabólica. Hay que distinguir entre la auténtica posesión diabólica y los enfermos mentales que se creen poseídos del demonio. Para las auténticas posesiones diabólicas la Iglesia tiene sacerdotes especializados que practican exorcismos para expulsar los demonios. También hay que distinguir entre el verdadero exorcismo, realizado por un sacerdote  especializado  con  el  ritual  de  la  Iglesia,  y  las  oraciones  de liberación que puede hacer cualquier cristiano.

El demonio «es el tentador que busca nuestra desgracia y quiere cerrarnos las puertas del cielo». «Sin embargo,  no tiene poder sobre la salvación eterna del hombre, si éste no se lo permite». «Aunque el diablo es capaz de tentarnos no puede arrancarnos nuestro consentimiento». 





Dice la Biblia que el demonio nos tienta porque nos tiene envidia, pues siendo la naturaleza humana inferior a la angélica, nosotros podemos salvarnos y él no. Por eso quiere impedir nuestra salvación eterna.

Dice San Pablo que el diablo nos tienta. Y para tentarnos, nos engaña. San Juan le llama «mentiroso». En el Nuevo Testamento se habla del demonio más de cien veces.
En nuestros días la presencia del diablo se da principalmente en las prácticas de espiritismo y en el juego de la «ouija».  Y también en las sectas satánicas y en las posesiones diabólicas.



Fuente: Para salvarte (P. Jorge Loring)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

ORACIÓN PARA SER MISERICORDIOSOS

"Oh Señor, deseo transformarme toda en Tu misericordia y ser un vivo reflejo de Ti. Que este supremo atributo de Dios, es decir su inso...

ENTRADAS POPULARES