Adorable Redentor y Salvador mío,
que por un exceso de tu amor te quedaste para mi salud
en el augusto sacramento de la Eucaristía;
yo vengo a Ti arrepentido
de las innumerables ofensas con que te he
agraviado, y en busca de la paz y de los
dulces consuelos que el mundo no puede darme.
Me pesa, Señor, haber despreciado
tus mandamientos, desoído tu voz y
despreciado tu sangre preciosa.
Ten misericordia de un pecador que se arroja
a tus pies llorando sus iniquidades e implorando
tu auxilio para levantarse de entre las tinieblas
de la muerte en que me ha sumergido el pecado.
Purifica mis labios para que
mi oracion sea digna de ser escuchada
por tu bondad, y para que los actos de
devoción que practique en tu obsequio,
sirvan de expiación a mis extravíos, e inclinen
tus oidos paternales en mi favor. Amen.
(Devocionario Católico)
que por un exceso de tu amor te quedaste para mi salud
en el augusto sacramento de la Eucaristía;
yo vengo a Ti arrepentido
de las innumerables ofensas con que te he
agraviado, y en busca de la paz y de los
dulces consuelos que el mundo no puede darme.
Me pesa, Señor, haber despreciado
tus mandamientos, desoído tu voz y
despreciado tu sangre preciosa.
Ten misericordia de un pecador que se arroja
a tus pies llorando sus iniquidades e implorando
tu auxilio para levantarse de entre las tinieblas
de la muerte en que me ha sumergido el pecado.
Purifica mis labios para que
mi oracion sea digna de ser escuchada
por tu bondad, y para que los actos de
devoción que practique en tu obsequio,
sirvan de expiación a mis extravíos, e inclinen
tus oidos paternales en mi favor. Amen.
(Devocionario Católico)
No hay comentarios:
Publicar un comentario