TÚ ERES...


Tú eres, ¡oh Cristo!,

mi Padre santo, mi Dios misericordioso,

mi rey poderoso, mi buen pastor,

mi único maestro, mi mejor ayuda,

mi amado hermosísimo, mi pan vivo,

mi sacerdote por la eternidad,

mi guía hacia la patria,

mi luz verdadera, mi dulzura santa,

mi camino recto, mi Sabiduría preclara,

mi humilde simplicidad, mi concordia pacífica,

mi protección total, mi rica heredad,

mi salvación eterna...

¡Cristo Jesús, Señor amabilísimo!

¿Por qué habré deseado durante la vida

algo fuera de ti, mi Jesús y mi Dios?

¿Dónde me hallaba cuando no pensaba en ti?

Anhelos todos de mi corazón,

inflámense y desbórdense desde ahora

hacia el Señor Jesús;

corran que mucho se han retrasado;

apresúrense hacia la meta,

busquen al que buscan.

¡Dulce Jesús!

¡Que todo buen corazón dispuesto a la alabanza

te ame, se deleite en ti,

se admire ante ti!

¡Dios de mi corazón!

¡Herencia mía, Cristo Jesús!

Vive, Señor, en mi;

enciéndase en mi pecho

la viva llama de tu amor,

acrézcase en incendio;

arda siempre en el altar de mi corazón,

queme en mis entrañas,

incendie lo íntimo de mi alma,

y que en el día de mi muerte

comparezca yo del todo perfecto en tu presencia.

Amén .

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

ORACIÓN PARA SER MISERICORDIOSOS

"Oh Señor, deseo transformarme toda en Tu misericordia y ser un vivo reflejo de Ti. Que este supremo atributo de Dios, es decir su inso...

ENTRADAS POPULARES