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Si de algo podemos preciarnos es del testimonio de nuestra conciencia. Hay hombres que juzgan temerariamente, que son detractores, chismosos, murmuradores, que se empeรฑan en sospechar lo que no ven, que se empeรฑan incluso en pregonar lo que ni sospechan; contra esos tales, ¿quรฉ recurso queda sino el testimonio de nuestra conciencia? Y ni aun en aquellos a los que buscamos agradar, hermanos, buscamos nuestra propia gloria, o al menos no debemos buscarla, sino mรกs bien su salvaciรณn, de modo que, siguiendo nuestro ejemplo, si es que nos comportamos rectamente, no se desvรญen. Que sean imitadores nuestros, si nosotros lo somos de Cristo; y, si nosotros no somos imitadores de Cristo que tomen al mismo Cristo por modelo. ร‰l es, en efecto, quien apacienta su rebaรฑo, รฉl es el รบnico pastor que lo apacienta por medio de los demรกs buenos pastores, que lo hacen por delegaciรณn suya.

Por tanto, cuando buscamos agradar a los hombres, no buscamos nuestro propio provecho, sino el gozo de los demรกs, y nosotros nos gozamos de que les agrade lo que es bueno, por el provecho que a ellos les reporta, no por el honor que ello nos reporta a nosotros. Estรก bien claro contra quiรฉnes dijo el Apรณstol: Si siguiera todavรญa agradando a los hombres, no serรญa siervo de Cristo. Como tambiรฉn estรก claro a quiรฉnes se referรญa al decir: Procurad contentar en todo a todos, como yo, por mi parte, procuro contentar en todo a todos. Ambas afirmaciones son lรญmpidas, claras y transparentes. Tรบ limรญtate a pacer y beber, sin pisotear ni enturbiar.
Conocemos tambiรฉn aquellas palabras del Seรฑor Jesucristo, maestro de los apรณstoles: Alumbre vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que estรก en el cielo, esto es, al que os ha hecho tales. Nosotros somos su pueblo, el rebaรฑo que รฉl guรญa. Por lo tanto, รฉl ha de ser alabado, ya que รฉl es de quien procede la bondad que pueda haber en ti, y no tรบ, ya que de ti mismo no puede proceder mรกs que maldad. Serรญa contradecir a la verdad si quisieras ser tรบ alabado cuando haces algo bueno, y que el Seรฑor fuera vituperado cuando haces algo malo.
El mismo que dijo: Alumbre vuestra luz a los hombres, dijo tambiรฉn en la misma ocasiรณn: Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres. Y, del mismo modo que estas palabras te parecรญan contradictorias en boca del Apรณstol, asรญ tambiรฉn en el Evangelio. Pero si no enturbias el agua de tu corazรณn, tambiรฉn en ellas reconocerรกs la paz de las Escrituras, y participarรกs tรบ tambiรฉn de su misma paz.
Procuremos, pues, hermanos, no sรณlo vivir rectamente, sino tambiรฉn obrar con rectitud delante de los hombres, y no sรณlo preocuparnos de tener la conciencia tranquila, sino tambiรฉn, en cuanto lo permita nuestra debilidad y la vigilancia de nuestra fragilidad humana, procuremos no hacer nada que pueda hacer sospechar mal a nuestro hermano mรกs dรฉbil, no sea que, comiendo hierba limpia y bebiendo un agua pura, pisoteemos los pastos de Dios, y las ovejas mรกs dรฉbiles tengan que comer una hierba pisoteada y beber un agua enturbiada.
(SAN AGUSTรN)

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