Contemplar con fe redoblada a nuestro Amado en el sacramento, vivir de 茅l que viene cada d铆a, permanecer con 茅l en lo 铆ntimo de nuestra alma, ¡he ah铆 nuestra vida! Cuanto m谩s intensa
sea esta vida interior, tanto m谩s seremos nosotras carmelitas y avanzaremos hacia la perfecci贸n.
Este contacto, esta uni贸n con Jes煤s es todo: ¡cu谩ntos frutos de virtud se derivan de ello! Hay que hacer la experiencia. Vivir con Jes煤s es vivir con sus mismas virtudes, es escuchar su dulc铆sima voz, su amoros铆sima voluntad y obedecer enseguida, ¡contentarlo
enseguida! Nuestros ojos que se cierran, con el ansia amorosa de encontrarlo, de contemplarlo en el fondo de nuestro coraz贸n: ¿no es acaso la necesidad que nos ha dejado la sant铆sima comuni贸n por la ma帽ana? ¿No es la atracci贸n de 茅l que nos ha quedado, y que all铆 vive?
El ciborio del santo tabern谩culo y el ciborio de nuestro coraz贸n, ¡yo no sabr铆a dividirlos! ¡Oh, cu谩ntas veces, aun encontr谩ndonos en el coro ante 茅l sacramentado, aunque est茅 expuesto, nosotros experimentamos la gran necesidad de adentrarnos en nosotros mismos, y de encontrar all铆 y permanecer con nuestro Jes煤s!
¡Qu茅 misterio de amor esta intimidad con nuestro Amado! Yo reflexiono en ello, a veces, conmovida, prorrumpiendo en alabanza de amor. Y conmovida vuelvo a mirarlo. Todo lo de aqu铆 abajo nos ha desaparecido, segregadas, lejos de quien tanto nos am贸; nuestros ojos bienaventurados no ven ya nada: y, no obstante, se cierran todav铆a para abstraerse en el mismo santo ambiente, se cierran ansiosos para encontrarlo, ¡para ver a Jes煤s! ¡Misterio de
amor, tiern铆simo encanto! 脡l se deja encontrar por el coraz贸n que lo busca, por el alma que sabe hacer a menos de tantas cosas por amor a 茅l.
Estar junto a nuestro Dios sacramentado, como los bienaventurados est谩n en el cielo, en la visi贸n del sumo Bien, es lo que tenemos que hacer, seg煤n nuestra santa Madre Teresa. Siete
veces al d铆a, estamos alrededor del trono de nuestro Bien, el sagrado tabern谩culo, recitando las alabanzas divinas: ¡qu茅 grande fe merece tan alta acci贸n, qu茅 anonadamiento! ¡Que la
adoraci贸n y el amor acompa帽e y embellezca todo!
De los escritos de M. Mar铆a C谩ndida de la Eucarist铆a
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