¡O铆d, que llega mi amado, saltando sobre los montes, brincando por los collados! Es mi amado como un gamo, es mi amado un cervatillo. Mirad: se ha parado detr谩s de la tapia, atisba por las ventanas, mira por las celos铆as.
Habla mi amado y me dice:«¡Lev谩ntate, amada m铆a, hermosa m铆a, ven a m铆! Porque ha pasado el invierno, las lluvias han cesado y se han ido, brotan flores en la vega, llega el tiempo de la poda, el arrullo de la t贸rtola se deja o铆r en los campos; apuntan los frutos en la higuera, la vi帽a en flor difunde perfume, ¡Lev谩ntate, amada m铆a, hermosa m铆a, ven a m铆! Paloma m铆a, que anidas en los huecos de la pe帽a, en las grietas del barranco, d茅jame ver tu figura, d茅jame escuchar tu voz, porque es muy dulce tu voz y es hermosa tu figura.»
Gr谩bame como un sello en tu brazo, como un sello en tu coraz贸n, porque es fuerte el amor como la muerte, es cruel la pasi贸n como el abismo; es centella de fuego, llamarada divina: las aguas torrenciales no podr谩n apagar el amor, ni anegarlo los r铆os. Si alguien quisiera comprar el amor con todas las riquezas de su casa, se har铆a despreciable.
Cantar de los cantares Ct 2,8-14; 8,6-7
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