En las palabras del Exodo, en que mandaba Dios cortar todos los árboles que no diesen fruto y plantar buenos frutales en la tierra de Promisión, podemos ver en esos árboles, los libros, y según San Clemente papa, nuestro entendimiento es como la tierra , que por más fértil , bien labrada y regada que sea , si los árboles que en ella se plantan no son buenos, nunca darán buen fruto, que por más ingenio , estudio y luz que uno tenga, si los libros que leyere no fueren provechosos , no se aprovechará : Y el mal árbol, dice el Señor , no puede dar buen fruto, ni el bueno malo.
Ningún provecho mejor puede tener nuestra alma que el conocimiento y amor de Dios; pues, como dijo San Juan, esta es la vida eterna, que te conozcan a ti, Dios vivo , y a Jesucristo , a quien tú enviaste, y el fin de todo y de todos los preceptos, como dice San Pablo , es la caridad.
De aquí es que los libros que, descubriendo el camino de oración , nos guían a mayor conocimiento y amor de Dios , como hacen los de la madre Teresa de Jesús y otros libros espirituales, se han de tener en mucha estima y leer con mucha atención.
(Fray Jerónimo Gracián de la Madre de Dios, O.C.D.)
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