Sumo, glorioso Dios,
ilumina las tinieblas de mi corazón
y dame fe recta,
esperanza cierta
y caridad perfecta,
sentido y conocimiento, Señor,
para que cumpla
tu santo y verdadero mandamiento.
Él ha sido sacrificado porque lo ha querido, como el Cordero entre las manos de aquel que le sacrifica. Él ha sido sacrificado y no ha ...
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