José enseña a los que le son devotos cómo discernir la presencia y
la actividad de Satanás. Fue el Maligno quien intentó matar al niño
Jesús a través de la acción humana de Herodes. Así como José se levantó
inmediatamente e hizo lo que el ángel del Señor le había ordenado en
su anunciación, así se levantó a toda prisa y llevó al niño y a su madre
a Egipto para salvar la vida del recién nacido. La Iglesia ha llamado a
José el terror de los demonios por buenas razones. San José es un experto
en desenmascarar todos los intentos del Maligno para destruir la vida
de Jesús en las almas. También desenmascarará la presencia y la obra de
la cultura de la muerte en nuestra sociedad. Más que nunca, los
cristianos tenemos que invocar a San José en nuestra lucha contra las
fuerzas del mal en el mundo y en la Iglesia.
(San José, nuestro Padre en la fe)
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