SÓLO EL AMOR DA VALOR A NUESTRAS ACCIONES



Oh Amor Eterno, deseo que Te conozcan todas las almas que has creado. 

Desearía hacerme sacerdote, para hablar incesantemente de Tu misericordia a las almas pecadoras, hundidas en la desesperación. 

Desearía ser misionero y llevar la luz de la fe a los países salvajes para darte a conocer a la almas y morir en el martirio, sacrificada por ellas como Tú has muerto por mí y por ellas. 

Oh Jesús, sé perfectamente que puedo ser sacerdote, misionero y predicador, puedo morir en el martirio anonadándome totalmente y negándome a mi misma por el amor hacia Ti, Jesús, y hacia las almas inmortales. 

Un gran amor sabe transformar las cosas pequeñas en cosas grandes y solamente el amor da valor a nuestras acciones; y cuánto mas puro se hace nuestro amor, más podrá destruir en nosotros el fuego del sufrimiento, y el sufrimiento dejará de serlo para nosotros. Se convertirá en gozo.

Con la gracia de Dios he recibido ahora esta disposición del corazón, de que nunca estoy tan feliz como cuando sufro por Jesús, al que amo con cada latido del corazón.

(Santa Faustina, la Divina Misericordia en mi alma +302)


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