PERMANECED BAJO SU MIRADA


 

En sus acciones, los santos buscan la gloria de su Dios «sea que coman, sea que beban», mientras que muchas almas cristianas no saben ya encontrar a Dios ni en la oración, porque se imaginan que la vida espiritual es una cosa inaccesible, reservada a un reducidísimo número de almas privilegiadas, llamadas «místicas», y porque todo lo complican. 

La verdadera mística es la del bautismo, con la Trinidad en perspectiva y bajo el sello del Crucificado, es decir, en la normalidad de todas las mortificaciones cotidianas.

Sor Isabel de la Trinidad sabía insistir sobre ese punto ante las personas que la frecuentaban y a las que Dios retenía en el mundo: «Quisierais ser toda de Él aunque en el mundo: ¡es tan sencillo! Él está siempre con nosotros, estad vos siempre con Él. A través de todas vuestras acciones, en vuestros sufrimientos, cuando vuestro cuerpo está quebrantado, permaneced bajo su mirada. Vedlo viviente en vuestra alma. Nada puede impedirnos que nos unamos a Él por el amor, ni las alegrías, ni las tristezas de la tierra, ni la salud, ni la enfermedad, ni las lisonjas o la malicia de los hombres, nada, ni siquiera nuestras faltas»


(Fuente: La doctrina espiritual de Sor Isabel de la Trinidad)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

POEMAS A LA ANUNCIACIÓN DE MARÍA

  𝐋𝐚 𝐀𝐧𝐮𝐧𝐜𝐢𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 - 𝐄𝐧𝐜𝐚𝐫𝐧𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 (𝐋𝐨𝐩𝐞 𝐝𝐞 𝐕𝐞𝐠𝐚) Estaba María santa Contemplando las grandezas De la que de...

ENTRADAS POPULARES