San José supo enseñar a Jesús con las lecciones con que todo buen padre israelita sabía educar a su hijo: lecciones de vida limpia y de sacrificio, de virtudes humanas y de trabajo ofrecido a Dios y bien acabado; lecciones de vida sobria, justa y honesta.
San José nos enseñará también a nosotros que formamos un mismo Cuerpo con Cristo. José ha sido, en lo humano, maestro de Jesús; le ha tratado diariamente, con cariño delicado, y ha cuidado de Él con abnegación alegre. ¿No será ésta una buena razón para que consideremos a este varón justo, a este Santo Patriarca en quien culmina la fe de la Antigua Alianza, como maestro de vida interior?
La vida interior no es otra cosa que el trato asiduo e íntimo con Cristo, para identificarnos con Él.
Y José sabrá decirnos muchas cosas sobre Jesús. Por eso, no dejéis nunca su devoción, ite ad Ioseph, ID A JOSÉ como ha dicho la tradición cristiana con una frase tomada del Antiguo Testamento (Gn 41, 55)[35].
- San Josemaria Escrivá-´
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