Imprime, Señor, tus heridas en mi corazón,
para que yo lea el sufrimiento en el mismo
y el amor: el sufrimiento, para que yo
soporte por tí todo el sufrimiento;
quiero que pueda despreciar por Tí todo otro amor.
Escribe, mi amantísimo Salvador,
escribe en mi corazón tus llagas,
con el fin de que se me permita tener grabados
siempre en mi interior los sufrimientos y Tu amor.
Sí, porque, teniendo ante mis ojos los grandes
sufrimientos que Tú, mi Dios, has soportado pacientemente,
pueda soportar en silencio todos los sufrimientos
en que se pueda caer en suerte soportar;
y al ver el amor que exhibiste por mí en la cruz,
nunca pueda amar o ser capaz de amar
a nadie más que a Ti.
para que yo lea el sufrimiento en el mismo
y el amor: el sufrimiento, para que yo
soporte por tí todo el sufrimiento;
quiero que pueda despreciar por Tí todo otro amor.
Escribe, mi amantísimo Salvador,
escribe en mi corazón tus llagas,
con el fin de que se me permita tener grabados
siempre en mi interior los sufrimientos y Tu amor.
Sí, porque, teniendo ante mis ojos los grandes
sufrimientos que Tú, mi Dios, has soportado pacientemente,
pueda soportar en silencio todos los sufrimientos
en que se pueda caer en suerte soportar;
y al ver el amor que exhibiste por mí en la cruz,
nunca pueda amar o ser capaz de amar
a nadie más que a Ti.
- San Agustín-
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