¿CONOCEMOS REALMENTE LA IMPORTANCIA DEL SACERDOTE?


EL sacerdote es el hombre escogido de entre los hombres y puesto en favor de los hombres para todo lo que mira a Dios, como dice la Carta a los Hebreos:
"A fin de que ofrezca dones y sacrificios  por los pecados; el cual pueda condolerse con aquellos que ignoran y yerran...)

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1º EL SACERDOTE OFRECE EL SANTO SACRIFICIO DE LA MISA

Lo ofrece por justos y pecadores, vivos y muertos ,como mediador entre el cielo y la tierra. Cuando sus manos consagradas elevan la Sagrada Hostia ante la Divina Majestad, se aplaca la Justicia Divina y derrama sobre ellos torrentes de amor.



2ª EL SACERDOTE PERDONA LOS PECADOS

Mundo, demonio y carne nos atacany a veces nos vencen, por lo que ncesitamos el perdón de Dios, y ese perdón nos lo da Nuestro Señor por medio del sacerdote en la confesión.
La absolución sacerdotal restaura la amistad entre Dios y el alma.



3º EL SACERDOTE ENSEÑA EL EVANGELIO

siembra en los corazones de sus hermanos las Palabras de la vida eterna, es el maestro de la Verdad, ahuyenta las tinieblas de la ignorancia y del error, enciende en las almas la luz de la fe y manifiesta las riquezas del mundo sobrenatural para que todos sus hermanos aspiren a las eternas realidades.




4º EL SACERDOTE ES OTRO CRISTO, "ALTER CHRISTUS"

Marcado para toda la eternidad con el carácter Sagrado, recibe la tremenda  y formidable "Potestad espititual" y queda asociado así al SACERDOCIO ETERNO, queda constituido intermediario entre Dios y los hombres, sus hermanos, lleva en sí el elemento divino y elemento humano. En sus frágiles manos tiene una potestad divina, con su palabra realiza y recrea el VERDADERO SACRIFICIO REDENTOR, y tiene el poder incomprensible para el ser humano, de abrir los cielos de nuevo al pecador arrepentido, por medio de la absolución.


OREMOS POR LOS SACERDOTES, PARA QUE NO PIERDAN SU IDENTIDAD SACERDOTAL.


Fuente: Reflexiones litúrgicas, por el P. Félix MªArana

🔨🔧 ORACIÓN A SAN JOSÉ PARA SANTIFICAR EL TRABAJO 🔨🔧


¡Oh glorioso San José, modelo de todos
los que se consagran al trabajo!
Alcanzadme la gracia de trabajar
con espíritu de penitencia
en expiación de mis pecados;
de trabajar a conciencia poniendo el cumplimiento de mi deber
por encima de mis naturales inclinaciones;
de trabajar con reconocimiento y alegría,
mirando como un honor el desarrollar,
por medio del trabajo,
los dones recibidos de Dios.

Alcanzadme la gracia de trabajar con orden,
constancia, intensidad y presencia de Dios,
sin jamás retroceder ante las dificultades;
de trabajar, ante todo, con pureza de intención
y con desprendimiento de mí mismo,
teniendo siempre ante mis ojos las almas todas
y la cuenta que habré de dar del tiempo perdido,
de las habilidades inutilizadas,
del bien omitido y de las vanas complacencias
en mis trabajos, tan contrarias a la obra de Dios.
Todo por Jesús, todo por María,
 todo a imitación vuestra,
¡oh Patriarca San José!
Tal será mi consigna en la vida
y en la muerte. 
Amén.



LA MUJER QUE ESTUVO MUCHO TIEMPO EN EL PURGATORIO POR NO PERDONAR


María Simma explica que los pecados que conducen con frecuencia a las almas al purgatorio, son los pecados contra la caridad, contra el amor hacia el prójimo, la dureza del corazón, la hostilidad, la calumnia;  la maldición y la calumnia se cuentan entre las culpas más graves que necesitan una larga purificación.

Otros pecados contra la caridad son, por cierto, todos nuestros repudios hacia algunas personas que no amamos, nuestro rechazo en hacer las paces, en perdonar, y todos los rencores que encerramos en el corazón.


Al respecto María nos reveló un testimonio que nos hace reflexionar.
Es la historia de una persona que ella conocía muy bien. Esta persona había muerto. Era una mujer y se encontraba en el Purgatorio, padeciendo sufrimientos atroces.

Y cuando esa alma visitó a María, ella le preguntó el por qué; y el por qué era que ella tenía una amiga, sí, una amiga con la cual surgió una enemistad muy grande; y esa enemistad había sido causada por ella misma y, a pesar de todo, había conservado su rencor por años y años; y cuando su amiga, en varias circunstancias, había venido a pedirle de hacer las paces, de reconciliarse, ella la rechazaba; cuando cayó gravemente enferma, seguía teniendo cerrado su corazón, rechazaba la paz que se le proponía; y hasta en el lecho de muerte, aquella amiga había venido a suplicarle de hacer las paces; pero aún en su lecho de muerte ella había rechazado reconciliarse.

Por ese motivo se encontraba aún en un purgatorio muy doloroso, y por eso había venido a pedir ayuda a María Simma.

Este testimonio sobre la gravedad de conservar el rencor es muy significativo. Por lo que se refiere a las palabras, nunca se dirá bastante acerca de cómo una palabra de crítica, una palabra malévola pueda realmente matar, y también cómo una buena palabra pueda curar. 


(Entrevista de sor Emmanuelle a María Simma sobre el purgatorio)
 

DIOS NO NOS ABANDONA EN NUESTRAS PRUEBAS, SANTA FAUSTINA KOWALSKA CUENTA SU EXPERIENCIA


Mi mente estaba extrañamente obscurecida, ninguna verdad me parecía clara.  Cuando me hablaban de Dios, mi corazón era como una roca.  No lograba sacar del corazón ni un solo sentimiento de amor hacia Él.  Cuando con un acto de voluntad trataba de permanecer junto a Dios, experimentaba grandes tormentos y me parecía que con ello causaba una ira mayor de Dios. 

No podía absolutamente meditar tal y como meditaba anteriormente.  Sentía un gran vacío en mi alma y no conseguía llenarlo con nada.  Empecé a sentir el hambre y el anhelo de Dios, pero veía toda mi impotencia.  Trataba de leer despacio, frase por frase y meditar del mismo modo, pero fue en vano. 
No comprendía nada de lo que leía.  Delante de los ojos de mi alma estaba constantemente todo el abismo de mi miseria. 

Cuando iba a la capilla por algunos ejercicios espirituales, siempre experimentaba aun más tormentos y tentaciones. 
A veces, durante toda la Santa Misa luchaba con los pensamientos blasfemos que trataban de salir de mis labios.  Sentía aversión por los santos sacramentos. 
Me parecía que no sacaba ninguno de los beneficios que los santos sacramentos ofrecen.  Me acercaba [a ellos] solamente por obediencia al confesor y esa ciega obediencia era para mi el único camino que debía seguir y tabla de salvación. 

Cuando el sacerdote me explicó que ésas eran las pruebas enviadas por Dios y que, “con el estado en que te encuentras no sólo no ofendes a Dios, sino que le agradas mucho, es una señal que Dios te ama inmensamente y que confía en ti, porque te visita con estas pruebas” , no obstante esas palabras no me consolaron, me parecía que no se referían en nada a mí. 
Una cosa me extrañaba. A veces cuando sufría enormemente, en el momento de acercarme a la confesión, de repente todos estos terribles tormentos cesaban; pero cuando me alejaba de la rejilla, todos esos tormentos volvían a golpearme mayor furia.  Entonces me postraba delante del Santísimo sacramento y repetía esas palabras:  Aunque me mates, yo confiaré en Ti . 


Me parecía que agonizaba en aquellos dolores. 
El pensamiento que más me atormentaba era que yo era rechazada por Dios. 
Luego venían otros pensamientos:  ¿Para que empeñarme en las virtudes y en buenas obras?  ¿Para que mortificarme y anonadarme?  ¿Para que hacer votos?  ¿Para que rezar?  ¿Para que sacrificarme e inmolarme?  ¿Para que ofrecerme como victima en cada paso?  ¿Para que, si ya soy rechazada por Dios?  ¿Para que estos esfuerzos?  Y aquí solamente Dios sabe lo que ocurría en mi corazón. 

Terriblemente atormentada por estos sufrimientos entré en la capilla y de la profundidad de mi alma dije estas palabras:  Haz conmigo, Jesús, lo que Te plazca.  Yo Te adoraré en todas partes.  Y que se haga en mi Tu voluntad, oh Señor y Dios mío, y yo glorificaré Tu infinita misericordia. 


Después de este acto de sumisión cesaron estos terribles tormentos. 
De repente vi a Jesús que me dijo: 
Yo estoy siempre en tu corazón.  
Un gozo inconcebible inundó mi alma y llenó de gran amor de Dios mi pobre corazón.  Veo que Dios nunca permite sufrimientos por encima de lo que podemos soportar.  Oh, no temo nada; si manda al alma grandes tribulaciones, la sostiene con una gracia aun mayor, aunque no la notamos para nada.  Un solo acto de confianza en tal momento da más gloria a Dios que muchas horas pasadas en el gozo de consolaciones durante la oración. 
Ahora veo que si Dios quiere mantener a un alma en la oscuridad, no la iluminará ningún libro ni confesor.

Fuente:
(Santa Maria Faustina Kowalska, del diario "La Divina Misericordia en mi alma"


 

ORACIÓN DEL BUEN PASTOR


Mi Señor, mi Buen Pastor, Hijo del Padre,
fuente de luz, tormenta de fe,
que vienes a sacudir nuestra dormida esperanza,
que nos envías a Tu Madre
para enamorar nuestros fríos corazones,
que luchas con amor para conquistar
los espíritus inquietos
por las angustias del mundo.

Óyenos Señor, escucha a tus hermanos aquí,
juntos queremos seguirte,
donde Tú quieras que nuestros pasos se dirijan.
Nuestros corazones quieren pertenecerte,
por siempre.
Nuestras almas sedientas de Tu luz 
solo quieren verte sonreír junto a Tu Madre.

Envíanos a Tus Angeles y Tus Santos,
consuélanos con su presencia celestial.
Danos el consuelo infinito de saber
que Tu Misericordia ve con ojos agradables
nuestro arrepentimiento por tanto error cometido.
No permitas que bajemos nuestras defensas
contra el maligno y sus tentaciones.

Haznos fuertes, Señor, haznos fuertes
 en la entrega a Vos, nuestro Dios.
Haznos pequeños y dóciles para que dejemos actuar a Tu Santo Espíritu en nosotros, 
para que Tú te hagas cargo de nuestra vida.
Haznos confiados corderos de Tu rebaño,
Señor, danos el abrazo de Tu Voluntad, Señor.

Que seas Tu quien nos guíe, que sea tu Madre
quien nos proteja.
No te alejes de nosotros, Señor,
perdona nuestros errores y pecados,
y nuestra falta de fe.
Amén.

ORACIÓN A JESÚS SOLITARIO EN EL SANTÍSIMO SACRAMENTO (antes de acostarnos)


¡Oh Divino Jesús! que durante
la noche estáis solitario
en tanto tabernáculos del mundo,
sin que ninguna de vuestras criaturas
vaya a visitaros y adoraros.

Yo os ofrezco mi pobre corazón,
deseando que todos sus latidos sean
otros tantos de amor y adoración.
Vos, Señor, estáis siempre en vela
bajo las especies Sacramentales,
vuestro amor misericordioso nunca duerme
ni se cansa de velar por los pecadores.
 
¡Oh Jesús amantísimo!, ¡Oh Jesús solitario!,
haced mi corazón cual lámpara encendida,
que en caridad se inflame y arda siempre
en vuestro amor.
Vela ¡oh centinela Divino!,
vela por el mísero mundo,
por los sacerdotes, por las almas consagradas,
las extraviadas, por los pobres enfermos
cuyas noches interminables necesitan
tu fortaleza y tu consuelo,
por los moribundos y por éste
tu humilde siervo que, para mejor servirte,
descansa pero sin alejarse de Ti,
de tu Sagrario... donde vives en la soledad
y el silencio de la noche.

Sea siempre bendito, alabado, adorado,
amado y reverenciado el
Corazón Sagrado de Jesús
en todos los Sagrarios del mundo.
Amén.

¿ES CIERTO QUE LOS CATÓLICOS SON IDÓLATRAS? DESCUBRE LA VERDAD


Nuestros hermanos separados dicen que las imágenes son ídolos y que los que tienen ídolos son idólatras y, por tanto, se van a condenar, porque la idolatría está condenada en la Biblia como un gran pecado. Por eso, cuando algún católico se convierte a su fe, le ordenan que queme todas las imágenes y objetos religiosos de su casa.  

Pero, ¿qué es ídolo? Según podemos leer en el diccionario de la lengua castellana, ídolo es la imagen de un falso dios, que no existe y, por tanto, ni oye, ni ve, ni entiende. Ahora bien, ¿podrían mostrarnos una sola imagen de un falso dios, que tengan los católicos? No existe ninguna.


Las imágenes de Jesús son del verdadero Dios, porque Jesús es Dios. De las imágenes de María o de los santos, nadie dice que sean dioses, sino criaturas humanas ejemplares, que, al igual que los héroes, son un ejemplo para nosotros. Además, ellos existen y nos oyen y nos aman; y Dios quiere que los invoquemos para obtener por su intercesión muchas bendiciones, como lo enseña la experiencia de millones de católicos en el mundo entero. 


Por otra parte, si las imágenes fueran cosa del diablo, ¿cómo explicar que nos ayuden a orar más y mejor? Las imágenes son recordatorios, para poder recordar más a Jesús o a los santos y así poder hacer más y mejor oración delante de su imagen que delante de la pared. Los primeros cristianos pensaban así y pintaron lindas imágenes en las catacumbas de Roma en los tres primeros siglos, durante las persecuciones. ¿Acaso en ese tiempo ya estaba el cristianismo falsificado? 


CATACUMBAS CRISTIANAS CON MOTIVOS RELIGIOSOS

Si tomamos a la letra el texto de Ex. 20,4: No te harás escultura ni imagen alguna ni de lo que hay arriba en los cielos, ni de lo que hay abajo en la tierra, deberíamos prohibir absolutamente toda imagen de cualquier tipo. Deberíamos evitar tener fotografías de paisajes o de personas. Estaría
prohibido el arte de la pintura o escultura. Incluso, deberíamos evitar llevar dinero en el bolsillo, pues también tiene imágenes de personas.



 
En la Biblia no se prohibe tener imágenes, sino solamente las de los dioses falsos, que no existen.

En Num 21,8 se manda hacer una serpiente para que sean curados de las mordeduras de serpientes venenosas. En el arca de la alianza había dos querubines de oro (Ex 25,28), y también había querubines y figuras de otros animales en otros lugares (Ex 26,1;1 Reg 6,23.32;7,29).  

Al igual que los judíos sacaban en procesión el arca de la alianza, nosotros llevamos en procesión las imágenes sagradas para honrar y venerar a las personas que representan. Nuestro homenaje va a las personas representadas y no al material de que están hechas las imágenes. Por eso, ofrecemos flores, velas y nos arrodillamos ante ellas como ante una persona digna de respeto.



Un hijo se arrodilla ante su padre para pedirle su bendición. Josué se arrodilló ante el ángel (Jos 5,15), la sunamita se arrodilló ante Eliseo para pedirle ayuda (2 Reg 4,27), y los judíos se arrodillaban ante el arca de la alianza (Jos 7,6).  

Así como los hermanos separados tienen una gran veneración por la Biblia y la colocan en un lugar importante y procuran no profanarla, así las imágenes sagradas merecen nuestro respeto.

Martín Lutero, el que comenzó la Reforma, aceptaba las imágenes, porque decía que eran el Evangelio de los pobres ¿Por qué seguirlo en unas cosas y en otras no?  

 
Autor:  P. Ángel Peña O.A.R.

 

VAMOS A MISA, PERO ¿SABEMOS REALMENTE QUÉ ES LA SANTA MISA?


La Iglesia sobre el altar, celebra un SACRIFICIO verdadero y real como "sacramento" del único y perfectísimo SACRIFICIO ofrecido por Cristo en la Cruz.
En la Santa Misa se ofrece a Dios un verdadero y auténtico SACRIFICIO (incruento), se le ofrece una Víctima Inmaculada: JESUCRISTO.


En los sacrificios de la Antigua Ley, se sacrificaban toros, corderos, tórtolas etc...en el Santo Sacrificio de la Misa, se sacrifica el mismo Hijo de Dios.


San Juan Crisóstomo dice:
"Cuando se celebra la Santa Misa, los ángeles rodean por completo el Altar, para honrar a Jesucristo, que es la VERDADERA VÍCTIMA ofrecida en sacrificio"




"La Santa Misa es el culto público que Nuestro Redentor tributa al Padre como cabeza de la Iglesia, es también el culto rendido por los fieles al Redentor, y por Él, al Padre Eterno. En una palabra:

Es el culto integral del Cuerpo místico de Jesucristo, de la cabeza y de sus miembros.
(Encíclica "Mediator Dei", Pío XII)


Hay dos razones fundamentales por las que Cristo instituyó la Sagrada Eucaristía:
1- Para que fuese alimento de nuestras almas
2- Para que la Iglesia tuviese un Sacrificio Perpetuo, capaz de expiar nuestros pecados, mediante el cual, nuestro Padre Celestial, ofendido demasiado a menudo y gravemente por nuestras iniquidades, pudiese apaciguar su cólera y moverse a misericordia.
(Catecismo Romano)




No hay más que un sacerdote en el Santo Sacrificio de la Misa: Jesucristo, porque los ministros que lo ofrecen, no obran en su propio nombre, sino que representan la persona de Cristo al consagrar el Cuerpo y la Sangre del Señor, por eso no dicen:
"Esto es el Cuerpo de Jesucristo, sino que dicen:
"ESTO ES MI CUERPO" "ESTO ES EL CALIZ DE MI SANGRE" poniendose asi en lugar de nuestro Señor Jesucristo para convertir la substancia del pan y del vino en la verdadera substancia de Su Cuerpo y de Su Sangre.
A esto se le llama: TRANSSUBSTANCIACIÓN.




"En el Santísimo Sacramento de la Eucaristía , están contenidos verdaderamente real y substancialmente, el Cuerpo y la Sangre conjuntamente con el Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo y por consiguiente CRISTO TODO ENTERO".
(Concilio de Trento)


El sacerdote, en el altar, delante del pueblo representa a Cristo, y delante de Dios representa al pueblo.





FINALIDADES DE LA SANTA MISA:
El Santo Sacrificio de la Misa tiene cuatro finalidades:
Primera:
Es una ACCIÓN LAUTÉTICA, acción de alabanza, acción de gloria. El Santo Sacrificio de la Misa es un Sacrificio de Alabanza: "Por Cristo, con Él y en Él...todo honor y toda gloria"


Segunda:

Es una ACCIÓN EUCARÍSTICA, osea, de acción de gracias.

Tercera:
 

Es un SACRIFICIO DE PROPICIACIÓN, por el cual Dios se vuelve benigno, indulgente y propicio para con nosotros.

Cuarta:

Es un SACRIFICIO IMPETRATORIO (del latín "impetrare", alcanzar lo que se pide) Pedimos por la ofrenda del Santo Sacrificio, las gracias necesarias para vivir cristianamente.



Autor:
Padre Felix María Arana

VUESTRA SOY, PARA VOS NACÍ (Santa Teresa de Jesús, de Ávila)



Vuestra soy, para Vos nací,
¿qué mandáis hacer de mí?
Soberana Majestad,
eterna sabiduría,
bondad buena al alma mía;
Dios alteza, un ser, bondad,
la gran vileza mirad
que hoy os canta amor así:
¿qué mandáis hacer de mí?

Vuestra soy, pues me criastes,
vuestra, pues me redimistes,
vuestra, pues que me sufristes,
vuestra pues que me llamastes,
vuestra porque me esperastes,
vuestra, pues no me perdí:
¿qué mandáis hacer de mí?

¿Qué mandáis, pues, buen Señor,
que haga tan vil criado?
¿Cuál oficio le habéis dado
a este esclavo pecador?
Veisme aquí, mi dulce Amor,
amor dulce, veisme aquí:
¿qué mandáis hacer de mí?

Veis aquí mi corazón,
yo le pongo en vuestra palma,
mi cuerpo, mi vida y alma,
mis entrañas y afición;
dulce Esposo y redención,
pues por vuestra me ofrecí:
¿qué mandáis hacer de mí?

Dadme muerte, dadme vida:
dad salud o enfermedad,
honra o deshonra me dad,
dadme guerra o paz crecida,
flaqueza o fuerza cumplida,
que a todo digo que sí:
¿qué mandáis hacer de mí?
Dadme riqueza o pobreza,
dad consuelo o desconsuelo,
dadme alegría o tristeza,
dadme infierno o dadme cielo,
vida dulce, sol sin velo,
pues del todo me rendí:
¿qué mandáis hacer de mí?

Si queréis, dadme oración,
si no, dadme sequedad,
si abundancia y devoción,
y si no esterilidad.
Soberana Majestad,
sólo hallo paz aquí:
¿qué mandáis hacer de mi?

Dadme, pues, sabiduría,
o por amor, ignorancia;
dadme años de abundancia,
o de hambre y carestía;
dad tiniebla o claro día,
revolvedme aquí o allí:
¿qué mandáis hacer de mí?

Si queréis que esté holgando,
quiero por amor holgar.
Si me mandáis trabajar,
morir quiero trabajando.
Decid, ¿dónde, cómo y cuándo?
Decid, dulce Amor, decid:
¿qué mandáis hacer de mí?

Dadme Calvario o Tabor,
desierto o tierra abundosa;
sea Job en el dolor,
o Juan que al pecho reposa;
sea viña fructuosa o estéril,
si cumple así:
¿qué mandáis hacer de mí?
Sea José puesto en cadenas,
o de Egipto adelantado,
o David sufriendo penas,
o ya David encumbrado;
sea Jonás anegado,
o libertado de allí:
¿qué mandáis hacer de mí?

Esté callando o hablando,
haga fruto o no le haga,
muéstreme la ley mi llaga,
goce de Evangelio blando;
esté penando o gozando,
sólo vos en mí vivid:
¿qué mandáis hacer de mí?

Vuestra soy, para vos nací,
¿qué mandáis hacer de mí?



 

¿CONOCES LA HISTORIA DE LA VIRGEN QUE SE LE APARECIÓ A UN PROTESTANTE? NUESTRA SEÑORA DE LA REVELACIÓN

El 12 de abril de 1947, la Virgen se aparece a un protestante.
Lugar: Roma, Italia; Abadía de Tre Fontane.


Bruno Cornacchiola nace el 9 de mayo de 1913, en Porta Metronia, Roma.
Bruno tuvo muy poca instrucción académica, únicamente la enseñanza elemental.
En mayo de 1936, contrajo matrimonio con Yolanda Lo Gatto, por la Iglesia Católica. Poco después de su boda, estando ya en el partido de acción izquierda, sus amigos le convencieron que fuese a luchar en la guerra civil de España al lado de los rojos (comunistas).


Los rojos estaban encendidos de odio contra la Iglesia y la perseguían brutalmente.  Allí conoció a un alemán protestante quien empezó a instruirle. Este lo puso en contra de la Virgen, de la Eucaristía, de los sacerdotes y religiosos e incluso del Santo Padre, al que llamaba la bestia del Apocalipsis.  Llegó a tener un odio tan grande hacia todo lo que era la Iglesia Católica que cuando terminó la guerra de España se dirigió a Roma y, con la intención de matar al Santo Padre, compró un puñal y gravó sobre él: "Muerte al Papa".


Milicianos (rojos) burlándose de objetos sagrados de una Iglesia previamente saqueada y profanada

Cegado por este odio, convenció a su mujer, Yolanda para abandonar el catolicismo, pero ella antes le hizo prometer que comulgarían juntos los nueve primeros viernes de mes, a lo cual el accedió. Terminados los nueve primeros viernes se hicieron adventistas. 
Comienzan las Apariciones
En abril del año 1947, Bruno tenía 34 años. Los superiores de la asociación de la juventud misionera de Lacio, informaron que todos los líderes debían prepararse porque iban a tener una audiencia pública. Bruno, siendo uno de los líderes, tenía que hacer su presentación el trece de abril. Así que el sábado, 12 de abril, decidió ir a un campo aledaño a la abadía de Tre Fontane, Iglesia sobre el lugar donde fue decapitado San Pablo y, donde según la tradición, al caer la cabeza al suelo rebotó tres veces en el suelo e hizo tres fuentes.



Bruno Cornacchiola con su mujer y sus tres hijos

Mientras los niños jugaban, él se sentó a la sombra de un eucaliptus para preparar su discurso  para el día siguiente.
Bruno busca en la Biblia de los protestantes pruebas que confirmen la parte de su conferencia que piensa dedicar a rebatir los dogmas referidos a la Madre de Jesús, quería demostrar que no fue siempre virgen etc...
Son las tres y media de la tarde. Los niños, que han perdido el balón y no consiguen encontrarlo, recurren al padre. Bruno va ayudar a sus hijos. El cuaderno quedará en el suelo. 
Más tarde, empezó a recoger todo para marcharse, y al niño más pequeño, lo dejó sentado. Cada cierto tiempo gritaba para ver si Juan Franco todavía estaba adonde lo había dejado.


A la cuarta vez el niño no respondió entonces salió a buscarlo y lo encontró de rodillas con las manitas juntas al pie de la gruta, con sus ojos fijos en la gruta, sonreía y como que conversaba, entonces se acercó y oyó que decía: "Bella Señora, Bella Señora" Le extrañó verlo de rodillas, porque ellos no rezaban de rodillas, le habló pero el niño no reaccionó. La niña, al llegar junto a la gruta cayó también de rodillas con las manos juntas y exclamó: "Bella Señora, Bella Señora".

El se enojó pensando que se trataba de una broma, llamó a su otro hijo, Carlos y él, al llegar junto a la gruta cayó de rodillas también y exclamó lo mismo.
Pensando que se trataba de un juego trató de levantarlos pero no podía porque estaban muy pesados.

Aterrado levantó sus ojos al cielo y gritó: "Dios mío sálvanos".
Apenas pronunció ese grito todo en su alrededor se volvió oscuro y sintió un dolor agudo en sus ojos luego dos manos blancas se apoyaron sobre sus ojos quitando de ellos como un velo. Cayó de rodillas y una luz muy grande iluminó la gruta y luego se formó la figura de una mujer de apariencia humana, vestida con una túnica blanca y ceñida en la cintura con un cinto rozado. Los cabellos eran negros y ligeramente recogidos por una cinta verde esmeralda que llegaba, al igual que la túnica, hasta los pies descalzos; en su mano derecha sostenía un libro de pasta color ceniza (El libro de la Revelación: la Biblia)


La Virgen extendió el brazo izquierdo y le mostró una sotana negra y un crucifijo roto, los mismos que él un día había roto. Y con una voz bien dulce le dijo:

"Soy la que está en la Trinidad divina. Soy la virgen de la revelación. Tú me has perseguido,
 ¡ya basta! Entra en el redil, el juramento de Dios es santo, los nueve viernes que hiciste antes de entrar en el redil de la mentira son los que te han salvado. Obedece a la autoridad del Santo Padre."

La Virgen le habla de su Asunción al cielo (en aquel momento aun no había sido declarado el dogma). Le dice:

«Mi cuerpo no podía marchitarse y no se marchitó».

Entonces le indica al vidente cómo podrá reconocer después a los dos sacerdotes que lo ayudarán a reconciliarse con Dios y con el Papa, a quien tenía intenciones serias de asesinar con un puñal.

En esta primera aparición la Virgen le reveló de una manera infusa todos los conocimientos de la fe Católica.

Le pidió que rezara mucho por la conversión de los pecadores específicamente el rezo del Santo Rosario ya que cada Avemaría son flechas de oro que penetran en el Corazón de Jesús.
Le prometió que obraría grandes milagros para la conversión de los incrédulos.
Le confió mensajes específicos para los sacerdotes invitándolos a una vida de mayor obediencia al Magisterio, fe intensa a las verdades reveladas, mayor oración, acoger una forma propia de vestir, y un estilo de vida puro y digno de lo que son.


Al regresar a su casa contó todo a su mujer, y los dos, después de buscar la ayuda indicada por la Virgen, volvieron a la Iglesia Católica.

El 7 de mayo de 1947 abjuraron sus errores.

Hubieron otras tres apariciones: el 6 de mayo, el 23 de mayo y el 30 de mayo.
En la aparición del 23 de mayo, Bruno fue con un sacerdote y un muchacho comunista a la gruta, éste sin saber nada de las apariciones al entrar en la gruta cae de rodillas, confiesa sus pecados, pide perdón y se convierte.
El día 30 de mayo la Virgen le pide a Bruno que vaya al convento de las hermanas Maestras Pías Filipenses y les diga que recen por los incrédulos y por la incredulidad del barrio.


Después de las Apariciones
Las Apariciones no son todavía aprobadas formalmente por la Iglesia pero recibieron la bendición del Papa Pío XII transmitida por la Secretaría del Estado. El mismo Papa Pío XII bendijo la estatua llevada hasta la gruta en procesión el 5 de octubre con la asistencia de mas de 500,000 personas.
El día 9 de diciembre de 1949 Bruno visitó al Papa entregándole en sus propias manos la Biblia protestante con la que había dado muerte a muchas almas infundiéndoles su errónea interpretación y el puñal con el que había pretendido matarlo. 

Pidió perdón al Santo Padre y le contó todo.
El Papa le respondió que el arrepentimiento es el mayor perdón y le dio la bendición aprobando que el fuera a predicar la misericordia de Dios transmitida por medio de la Santísima Virgen.

Bruno en la gruta

Hechos y curaciones sorprendentes se han dado desde que la gente comenzó a visitar la gruta. Además del sorprendente aroma a rosas y a lirios- al igual que la tierra del lugar donde se apareció la Virgen al ponerla en lugares donde las personas sufren alguna enfermedad son sanados milagrosamente.

Muchas conversiones específicamente de dignatarios de la masonería, incrédulos, pecadores, incluso judíos que entran a la Iglesia Católica, cambios radicales en la vida y la fe de aquellos que por toda su vida vivieron réprovamente.

Fenómeno del Sol
El 12 de abril de 1980, (sábado de la semana de Pascua), a las seis de la tarde comenzó una Misa, concelebrada por ocho sacerdotes en la Gruta de la Aparición, junto a la famosa Abadía de Tre Fontane.

La concurrencia era numerosa, más de 3.000 personas que conmemoraban la aparición allí de la Virgen el 12 de abril de 1947, también aquel año sábado de la semana de Pascua.
El vidente, Bruno Cornacchiola, ya había anunciado, según le había manifestado la Virgen el 7 de noviembre de 1979, que en esa Misa iba a suceder algo extraordinario. Efectivamente, al momento de la Consagración, de pronto se hizo posible mirar al sol de frente. Pietro Santiángelo, capellán de la Pía Asociación fundada por Bruno, relata los fenómenos prodigiosos que a continuación vio toda la multitud:
«El sol se levantó hasta el cenit, dando vueltas alrededor de su propio eje y despidiendo rayos de todos los colores hacia todas partes, todo el mundo quedó asustado; unos lloraban, otros gritaban, otros suplicaban en voz alta a la Virgen.


Otro aspecto maravilloso fue la imagen de la Virgen, que se puso, en el momento de la consagración, de color rojo intenso, despidiendo rayos que atravesaban el techo de la gruta para unirse con los rayos que procedían del sol. Fue un espectáculo grandioso, jamás visto, e inolvidable. Y no duró unos segundos, sino media hora, hasta el final de la Misa.


Todos vieron lo mismo. En el disco del sol, cuya vista no hacía daño a los ojos, empezaron a formarse símbolos bien definidos: primero una M, que después fue transformándose en un corazón y a continuación en una hostia grande, en cuya superficie se formaron las siglas de la Eucaristía: JHS. Después de la Misa los fenómenos del sol fueron desapareciendo y aquél volvió a su lugar, ya en el horizonte. La luz de la Virgen duró toda la noche».


Esta aparición nos muestra la gran misericordia de Dios hacia el hombre y el papel corredentor de la Santísima Virgen, como por su intervención logra convertir a uno de sus hijos quizás mas alejados del Corazón de Jesús, y también el papel que cada uno de nosotros debemos tomar de darla a conocer para que muchos se conviertan.
Virgen de la Revelación, Ruega por nosotros.

SÚPLICAS EN HONOR DE LA VIDA OCULTA DE SAN JOSÉ

"Padre adoptivo del Sagrado Corazón, ruega por nosotros, amén."

San José, ruega para que Jesús pueda entrar en mi alma y me santifique.
San José, ruega para que Jesús pueda entrar en mi corazón e inspirarme con la caridad.
San José, ruega para que Jesús pueda entrar en mi mente y me ilumine.
San José, ruega para que Jesús pueda guiar mi voluntad y la refuerce.
San José, ruega para que Jesús pueda dirigir mis pensamientos y purificarlos.
San José, ruega para que Jesús pueda guiar mis deseos y dirigirlos.
San José, ruega para que Jesús pueda mirar mis acciones y extienda sobre mi sus bendiciones.
San José, ruega para que Jesús me inflame de amor por él.
San José, solicita de mi parte a Jesús la imitación de tus virtudes.
San José, pide de mi parte a Jesús un verdadero espíritu de humildad .
San José, pide de mi parte a Jesús mansedumbre de corazón.
San José, pide de mi parte a Jesús la paz del alma.
San José, pide de mi parte a Jesús el santo temor del Señor.
San José, pide de mi parte a Jesús un deseo de perfección.
San José, pide de mi parte a Jesús una dulzura de corazón.
San José, pide de mi parte a Jesús un corazón puro y caritativo.
San José, pide de mi parte a Jesús la sabiduría de la fe.
San José, pide de mi parte a Jesús su bendición de la perseverancia de mis buenas obras.
San José, pide de mi parte a Jesús la fuerza para llevar mis cruces.
San José, pide de mi parte a Jesús el desprecio por los bienes materiales de este mundo.
San José, pide de mi parte a Jesús la gracia de caminar siempre en el camino angosto hacia el Cielo.
San José, pide de mi parte a Jesús la gracia de evitar toda ocasión de pecado.
San José, pide de mi parte a Jesús un deseo santo de la felicidad eterna.
San José, pide de mi parte a Jesús la gracia de la perseverancia final.
San José, no me abandones.
San José, ruega que mi corazón nunca deje de amarte y que mis labios nunca dejen jamás de elogiarte.
San José, por el amor que le tienes a Jesús, haz que yo pueda aprender a amarlo.
San José, amablemente acéptame como tu fiel devoto.
San José, yo me entrego a ti, acepta mis ruegos y escucha mi oración.
San José, no me abandones en la hora de mi muerte.
Jesús, María y José, yo les doy mi corazón y mi alma.
A nuestro Padre Celestial en acción de gracias por haber exaltado a San José a una posición de dignidad tan excepcional:
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era un principio por los siglos de los siglos. Amén
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era un principio por los siglos de los siglos. Amén
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era un principio por los siglos de los siglos. Amén



ORACIÓN DE SANTA FAUSTINA POR LOS PECADORES


Jesús, Verdad Eterna, Vida nuestra,
Te suplicoe imploro Tu misericordia
para los pobres pecadores. 

Oh Sacratísimo Corazón,
Fuente de Misericordia de donde brotan
rayos de gracias inconcebibles
sobre toda la raza humana. 
Te pido luz para los pobres pecadores. 

Oh Jesús, recuerda Tu amarga Pasión y no permitas que se pierdan almas redimidas con tan Preciosa,Santísima Sangre Tuya. 
Oh Jesús, cuando considero
el alto precio de Tu Sangre,
me regocijo en su inmensidad porque una sola gota habría bastado para salvar
a todos los pecadores. 

Aunque el pecado es un abismo de maldad e ingratitud, el precio pagado por nosotros
jamás podrá ser igualado. 

Por lo tanto, haz que cada alma confíe
en la Pasión del Señor
y que ponga su esperanza en su misericordia. 
Dios no le negara su misericordia a nadie. 

El cielo y la tierra podrán cambiar,
pero jamás se agotara la misericordia de Dios.
 
¡Oh, que alegría arde en mi corazón, cuando contemplo Tu bondad inconcebible, oh Jesús mío!
 Deseo traer a todos los pecadores a Tus pies
para que glorifiquen Tu misericordia
por los siglos de los siglos.

DE LAS OBRAS QUE PROCEDEN DE LA CARIDAD (IMITACIÓN DE CRISTO, THOMAS DE KEMPIS)


Capítulo XV
No se debe hacer algún mal por ninguna cosa del mundo, ni por amor de alguno; mas por el provecho de quien le hubiere menester, alguna vez se puede dejar la buena obra, o trocarse por otra mejor; porque de esta manera no se pierde la buena obra, mas múdase en mejor.


La obra exterior sin caridad no aprovecha; mas todo cuanto se hace con caridad, por poco que sea, desechado, todo es fructuoso.
Por cierto más mira Dios el corazón que el don.
Mucho hace el que mucho ama; y mucho hace el que hace bien la cosa; y bien hace el que sirve más al común que a su voluntad.


Muchas veces parece caridad lo que es carnalidad. Porque la inclinación de la carne, la propia voluntad, la esperanza del galardón, la afección del provecho, pocas veces nos dejan.
El que tiene verdadera y perfecta caridad no se busca a sí en cosa alguna, mas en toda cosa desea que sea Dios glorificado. No ha envidia de ninguno, porque no ama ningún bien propio, ni se quiere gozar en sí, mas desea sobre todas las cosas gozar de Dios.


A nadie atribuye ningún bien, mas refiérelo todo a Dios, del cual como de fuente manan todas las cosas; en el cual finalmente todos los santos descansan con perfecto gozo. ¡Oh quien tuviese una centella de verdadera caridad! por cierto que sentiría ser todas las cosas de vanidad llenas.

ORACIÓN A JESÚS EUCARISTÍA


¡Oh Jesús, Hijo de Dios!, que por un derroche
de tu infinito amor, instituiste
el Misterio de la Eucaristía,
el Misterio de tu Cuerpo y Sangre,
para ser vida de la Iglesia y de las almas
hasta el fin de los tiempos,
inspíranos para que por Ti, contigo y en Ti, seamos verdaderos adoradores del Padre,
en espíritu y verdad.

Escucha nuestra humilde oración
por la unidad y santidad de la Iglesia
y por la paz del mundo entero.

Jesús Eucaristía, esperamos que Tú
seas la fuente de nuestra vida divina,
el fundamento de nuestras comunidades
y familias, el consuelo de todos los que sufren,
y nuestro compañero de camino
hacia la casa del Padre.

Gracias, Señor, por los innumerables dones
que nos has concedido, acoge en tu seno
a todos los fieles difuntos
y dales el descanso eterno.
Amén.

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