Nuestros hermanos separados dicen que las imágenes son ídolos y que los que tienen ídolos son idólatras y, por tanto, se van a condenar, porque la idolatría está condenada en la Biblia como un gran pecado. Por eso, cuando algún católico se convierte a su fe, le ordenan que queme todas las imágenes y objetos religiosos de su casa.
Pero, ¿qué es ídolo? Según podemos leer en el diccionario de la lengua castellana, ídolo es la imagen de un falso dios, que no existe y, por tanto, ni oye, ni ve, ni entiende. Ahora bien, ¿podrían mostrarnos una sola imagen de un falso dios, que tengan los católicos? No existe ninguna.
Las imágenes de Jesús son del verdadero Dios, porque Jesús es Dios. De las imágenes de María o de los santos, nadie dice que sean dioses, sino criaturas humanas ejemplares, que, al igual que los héroes, son un ejemplo para nosotros. Además, ellos existen y nos oyen y nos aman; y Dios quiere que los invoquemos para obtener por su intercesión muchas bendiciones, como lo enseña la experiencia de millones de católicos en el mundo entero.
Por otra parte, si las imágenes fueran cosa del diablo, ¿cómo explicar que nos ayuden a orar más y mejor? Las imágenes son recordatorios, para poder recordar más a Jesús o a los santos y así poder hacer más y mejor oración delante de su imagen que delante de la pared. Los primeros cristianos pensaban así y pintaron lindas imágenes en las catacumbas de Roma en los tres primeros siglos, durante las persecuciones. ¿Acaso en ese tiempo ya estaba el cristianismo falsificado?
CATACUMBAS CRISTIANAS CON MOTIVOS RELIGIOSOS |
Si tomamos a la letra el texto de Ex. 20,4: No te harás escultura ni imagen alguna ni de lo que hay arriba en los cielos, ni de lo que hay abajo en la tierra, deberíamos prohibir absolutamente toda imagen de cualquier tipo. Deberíamos evitar tener fotografías de paisajes o de personas. Estaría
prohibido el arte de la pintura o escultura. Incluso, deberíamos evitar llevar dinero en el bolsillo, pues también tiene imágenes de personas.
En la Biblia no se prohibe tener imágenes, sino solamente las de los dioses falsos, que no existen.
En Num 21,8 se manda hacer una serpiente para que sean curados de las mordeduras de serpientes venenosas. En el arca de la alianza había dos querubines de oro (Ex 25,28), y también había querubines y figuras de otros animales en otros lugares (Ex 26,1;1 Reg 6,23.32;7,29).
Al igual que los judíos sacaban en procesión el arca de la alianza, nosotros llevamos en procesión las imágenes sagradas para honrar y venerar a las personas que representan. Nuestro homenaje va a las personas representadas y no al material de que están hechas las imágenes. Por eso, ofrecemos flores, velas y nos arrodillamos ante ellas como ante una persona digna de respeto.
Un hijo se arrodilla ante su padre para pedirle su bendición. Josué se arrodilló ante el ángel (Jos 5,15), la sunamita se arrodilló ante Eliseo para pedirle ayuda (2 Reg 4,27), y los judíos se arrodillaban ante el arca de la alianza (Jos 7,6).
Así como los hermanos separados tienen una gran veneración por la Biblia y la colocan en un lugar importante y procuran no profanarla, así las imágenes sagradas merecen nuestro respeto.
Martín Lutero, el que comenzó la Reforma, aceptaba las imágenes, porque decía que eran el Evangelio de los pobres ¿Por qué seguirlo en unas cosas y en otras no?
Autor: P. Ángel Peña O.A.R.
No hay comentarios:
Publicar un comentario