¡Oh glorioso San José, modelo de todos
los que se consagran al trabajo!
Alcanzadme la gracia de trabajar
Alcanzadme la gracia de trabajar
con espíritu de penitencia
en expiación de mis pecados;
de trabajar a conciencia poniendo el cumplimiento de mi deber
de trabajar a conciencia poniendo el cumplimiento de mi deber
por encima de mis naturales inclinaciones;
de trabajar con reconocimiento y alegría,
mirando como un honor el desarrollar,
por medio del trabajo,
de trabajar con reconocimiento y alegría,
mirando como un honor el desarrollar,
por medio del trabajo,
los dones recibidos de Dios.
Alcanzadme la gracia de trabajar con orden,
constancia, intensidad y presencia de Dios,
sin jamás retroceder ante las dificultades;
de trabajar, ante todo, con pureza de intención
y con desprendimiento de mí mismo,
teniendo siempre ante mis ojos las almas todas
y la cuenta que habré de dar del tiempo perdido,
de las habilidades inutilizadas,
del bien omitido y de las vanas complacencias
en mis trabajos, tan contrarias a la obra de Dios.
Todo por Jesús, todo por María,
todo a imitación vuestra,
¡oh Patriarca San José!
Tal será mi consigna en la vida
constancia, intensidad y presencia de Dios,
sin jamás retroceder ante las dificultades;
de trabajar, ante todo, con pureza de intención
y con desprendimiento de mí mismo,
teniendo siempre ante mis ojos las almas todas
y la cuenta que habré de dar del tiempo perdido,
de las habilidades inutilizadas,
del bien omitido y de las vanas complacencias
en mis trabajos, tan contrarias a la obra de Dios.
Todo por Jesús, todo por María,
todo a imitación vuestra,
¡oh Patriarca San José!
Tal será mi consigna en la vida
y en la muerte.
Amén.
Amén.
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