⚓ 2.° Considerar la infinita bondad de Dios, que a cada instante nos tiene presentes para colmarnos de favores, y, al mismo tiempo que nos está amando, reclama también en retorno nuestro amor.
⚓ 3.° Evitar con diligencia cuanto le desagrade, aun lo más mínimo.
⚓ 4.° Despegar el corazón de los bienes terrenos: riquezas, honores y placeres de los sentidos.
Otro modo muy excelente para alcanzar el perfecto amor de Jesucristo nos lo brinda el padre Taulero, y consiste en meditar en la sagrada pasión. ¿Quién podrá negar que la pasión de Jesucristo es la devoción de las devociones, la más útil, más querida de Dios, la que más consuela a los pecadores y la que mejor inflama las almas amantes? Y ¿por dónde nos vienen más gracias que por la pasión de Jesucristo?
(Práctica de amor a Jesucristo, san Alfonso María de Ligorio)
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