NUESTRA VERDADERA PATRIA ES EL CIELO, DESTERREMOS EL TEMOR



No entiendo por qué muchos cristianos ven como un drama el morir y constantemente dan gracias a Dios por un día más de vida...Decía Thomas de Kempis en su "Imitación" que una vida larga a veces es para añadir más pecados. Sólo si ese día más de vida se aprovecha para amar a Dios y a los hermanos entonces debemos estar contentos, de lo contrario no nos serviría de nada.

Entiendo esta frase del aferrarse a vivir en las madres y padres que tienen niños pequeños y temen dejarlos huérfanos o en los hijos que están cuidando a familiares enfermos, pero no entiendo ese aferramiento a la vida en personas ya mayores que tienen fe, que se supone que han vivido para Dios, no entiendo cómo les resulta tan aterradora la idea del más allá, pues los cristianos vivimos aquí un destierro, sabemos que ésta no es nuestra verdadera patria, nuestro lugar está con Aquel que nos ha amado hasta el extremo de entregarnos a su Hijo único, deberíamos de estar suspirando por estar con Él.

San Agustín lo expresa muy bien: ¿qué clase de amor a Cristo es el de aquel que teme encontrarse con Él? también san Cipriano se pronuncia a este respecto:" Nos resistimos y luchamos, somos conducidos a la presencia del Señor como unos siervos rebeldes, con tristeza y aflicción, y partimos de este mundo forzados y pretendemos que nos honre con el premio celestial aquel a cuya presencia llegamos por la fuerza..."

Queridos hermanos, no vivamos con temor, Jesús no miente, nos promete la Vida eterna sin fin, solo tenemos que amarlo y abandonarnos a su voluntad.

(Carmen de Jesús Crucificado, O.C.D.S.)

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