Tito Brandsma, santo y mártir Carmelita, perdonó a sus captores, siguiendo los pasos de Jesús. En en campo de concentración de Dachau, Tito se convirtió para muchos de sus compañeros de prisión en una luz en un lugar de oscuridad.
Era una fuente de esperanza y consuelo para sus compañeros prisioneros que se acercaban a él, a menudo reunidos alrededor de su cama.
Tito fue asesinado por una inyección letal el 26 de julio de 1942. Murió cerca de las dos de la tarde. Tenía 61 años.
Existe la historia bien documentada de cómo Tito Brandsma, le dio su rosario a la enfermera que le administró su inyección y la animó a rezarlo a pesar de que ella se había olvidado de cómo hacerlo.
Esta enfermera, posteriormente, atribuyó su regreso a la fe a la intercesión de Tito. Como parte de su testimonio durante el proceso de beatificación, afirmó que las últimas palabras de Tito "Hágase tu voluntad, no la mía, oh Señor" , le causaron una enorme impresión.
-Comisión Tito Brandsma, Curia Generalizia dei Carmelitani-
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