I
¡Cuánto ha sido tu amor, Jesús! ¡Oh, cuánto
Que en mí fijar quisiste tu mirada
Y tomar la miseria de mi nada
Para el honor del Sacerdocio santo!
¿Cómo es posible que me honrases tanto
Con la señal de vocación sagrada
Ante la cual un ángel se anonada
Y yo, soberbio y duro, no me espanto?
Muchas veces llamabas a mi puerta
E, ingrato y ciego, no la tuve abierta
Para que entraras Tú, dulce Bien mío.
Tú que me abrumas hoy con tus bondades
¡Olvida tantas infidelidades
Y abrasa con tu Amor mi pecho frío!
Y tomar la miseria de mi nada
Para el honor del Sacerdocio santo!
¿Cómo es posible que me honrases tanto
Con la señal de vocación sagrada
Ante la cual un ángel se anonada
Y yo, soberbio y duro, no me espanto?
Muchas veces llamabas a mi puerta
E, ingrato y ciego, no la tuve abierta
Para que entraras Tú, dulce Bien mío.
Tú que me abrumas hoy con tus bondades
¡Olvida tantas infidelidades
Y abrasa con tu Amor mi pecho frío!
II
Las gradas del altar subiendo voy
Lleno mi ser de la emoción más pura,
Al contemplar la celestial altura
A que tu diestra me ha encumbrado hoy.
De tus poderes revestido estoy
Y embriagado en la miel de tu dulzura
Porque pienso que soy pobre criatura
Y ya «otro Cristo» por tu gracia soy.
Déjame que ante Ti puesto de hinojos
Se derritan en lágrimas mis ojos
Por la fineza de tus sacros dones.
Que jamás la carrera de los años
Con sus sombras y negros desengaños
Borrar pueda tan santas emociones.
III
Con los poderes de mi Dios armado
Iré del mundo entero a la conquista
¿Quién habrá que a mi fuerza se resista?
¿Quién contra mi poder luchará osado?
Conmigo irá Jesús Crucificado
Que con su gracia y su poder me asista
Y de su Cruz sagrada ante la vista
Se borrará el imperio del pecado.
Quiero ser puro y limpio como un lirio
Y fiel seré a mi Dios hasta la muerte
Sin que ante nada mi lealtad sucumba.
jSeñor! Si ves que un día he de ofenderte .. .
Envíame la palma del martirio ...
jSiempre tuyo, Jesús! ¡¡Hasta la tumba!!
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