Custodio y padre de vírgenes, san José, a cuya fiel custodia fueron encomendadas la misma inocencia, Cristo Jesús, y la Virgen de las vírgenes María. Por estas dos queridísimas prendas, Jesús y María, te ruego y te suplico me alcances que, preservado de toda impureza, sirva siempre con alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María. Amén.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Entrada destacada
QUE SAN JOSÉ ME AYUDE PARA RECIBIR A JESÚS
Esta mañana cuando acuda a la iglesia a participar en la Eucaristía imaginaré que entro en la sencilla y humilde casa de Nazaret, donde san ...

ENTRADAS POPULARES
-
VER NUEVAS TODAS LAS COSAS No es novedad el amor porque es eterno. No es insólito llamarte en nuestros sueños, ni es sorpresa descubrir que ...
-
¡Bienaventurada Virgen María! Queridísima Madre nuestra del Cielo, Tú amas tanto a Dios y a nosotros, Tus hijos, que ofreciste a Tu Div...
-
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, amén. Buen día bendito y alabado seas por siempre y para siempre Seño...
No hay comentarios:
Publicar un comentario