Señor, no esperaré llegar a la perfección o ser
como un ángel, para amarte, pues si así fuera,
nunca te amaría.
Te amo, Señor, tal y como soy, en el momento y
en las circunstancias en que me encuentro.
Te amo, Señor, en la amargura de mis caídas, en
medio de mi confusión, faltas y debilidades, en la
zozobra de mi espíritu, en mis cobardías, en la
controversia interior, en el desierto de mi
corazón... y así, como soy Señor, no dejaré de
amarte y de confiar en Ti.
No dudo, Señor, de tu amor. De que Tú siempre
estás conmigo, y que Tú me amas infinitamente.
Señor, Tú sabes todo de mí, te abro mi corazón y
te entrego mis pecados.
Señor, te amo tal y como soy.
Dame la gracia para seguir luchando por mejorar,
porque Tú te mereces lo mejor.
Dame la fortaleza para rechazar el mal
y purifica mis intenciones para que
todo lo haga por tu amor y para tu Gloria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario