Yo te amo, Dios mío, y mi único deseo es amarte
hasta el último momento de mi vida.
Yo te amo, Dios infinitamente amable, y prefiero
morir amándote, a vivir un sólo instante sin
amarte.
Te amo, Señor, y la gracia que te pido es la de
amarte eternamente.
Yo te amo, Señor, y deseo el cielo sólo para tener
la felicidad de amarte eternamente.
Yo te amo, Dios infinitamente bueno, y temo el
infierno sólo porque allí no tendría jamás el dulce
consuelo de amarte.
Dios mío, si mis labios no pueden decirte a cada
instante que te amo, quiero que mi corazón lo
repita cuantas veces yo respire.
Yo te amo, mi divino Salvador, porque has sido
crucificado por mí.
Dios mío, dame la gracia de amarte en mi
sufrimiento.
Concédeme, Señor, la gracia de morir por tu amor
y sabiendo que te amo; y al acercarme a la
muerte, aumenta mi amor y perfecciónalo. Amén.
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