"LAUDATO SI, mi Signore"- Alabado seas, mi Señor" cantaba san Francisco de Asís.
En ese hermoso cántico nos recordaba que nuestra casa común es también como una hermana, con la cual compartimos la existencia, y como una madre bella que nos acoge entre sus brazos:
"Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sutenta, y gobierna, y produce diversos frutos y hierba"
Esta hermana clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella.

Papa Francisco

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