Jesucristo ha comprado con su Sangre, y con vuestro poder y fuerza,
Como una vez rescataste al Niño Jesús de un peligro mortal,
ayuda, podamos vivir piadosamente,
el cielo. Amén.
Padre Celestial, Creador del cielo y de la tierra, Tú que eres como el sol que nunca se apaga, iluminando cada rincón de mi vida con Tu amor infinito, hoy me acerco a Ti con un corazón lleno de gratitud y humildad. Te doy gracias porque, como la lluvia que riega la tierra árida, Tu amor y Tu gracia han nutrido mi alma y me han dado vida en abundancia. Señor, en este día, te pido claridad en mis pensamientos y acciones, que mi mente sea como un río tranquilo, fluyendo en la dirección de Tu voluntad perfecta.
Jesús, Hijo de Dios y Salvador del mundo, Tú que eres el camino, la verdad y la vida, guía mis pasos como el pastor guía a sus ovejas por verdes praderas. Que cada decisión que tome hoy esté alineada con Tu propósito divino, y que mis metas sean reflejo de Tu plan perfecto para mí. Te agradezco porque, en medio de la incertidumbre, Tú eres mi roca firme y mi refugio seguro.
Espíritu Santo, aliento de vida y consolador fiel, desciende sobre mí como el rocío que cae silencioso en la noche, renovándome, fortaleciéndome y dándome la paz que sobrepasa todo entendimiento. Ayúdame a mantener la calma en medio de las tormentas de la vida, recordando que, aunque las olas rugen a mi alrededor, Tú estás en mi barca y no permitirás que me hunda.
Sin temor a exagerar, podemos afirmar que José es padre de Jesús, el hijo de María siempre Virgen, con una paternidad excelsa y muy superior a la de los padres que engendran según la carne. Como afirma san Agustín, a José no sólo se le debe el nombre de padre, sino que se le debe más que a otro alguno (...), ¿cómo era padre? Tanto más profundamente padre, cuanto más casta fue su paternidad.
Algunos pensaban que era padre de Nuestro Señor Jesucristo, de la misma forma que son padres los demás, que engendran según la carne, y no sólo reciben a sus hijos como fruto de su afecto espiritual. Por eso dice San Lucas: se pensaba que era padre de Jesús. ¿Por qué dice sólo se pensaba? Porque el pensamiento y el juicio humanos se refieren a lo que suele suceder entre los hombres. Y el Señor no nació del germen de José. Sin embargo, a la piedad y a la caridad de José, le nació un hijo de la Virgen María, que era Hijo de Dios.
José amaba a Jesús como no somos capaces de amar los demás hombres. Entregó al Hijo de Dios encarnado lo mejor de sí mismo, incluyendo el trabajo que llenaba su vida y sustentaba a la familia que quiso Dios para nacer, crecer y alcanzar su madurez entre los hombres.
-Catholic.net-
Todas las cosas pasan, y tú con ellas.
En el Altísimo esté tu pensamiento; y tu oración diríjase sin cesar a Cristo. Si no sabes contemplar las cosas altas y celestiales, descansa en su pasión, y mora muy gustoso en sus sacratísimas llagas.
Porque si te llegas devotamente a las llagas y preciosas heridas de Jesucristo, gran consuelo sentirás en la tribulación, no harás mucho caso de los desprecios de los hombres y fácilmente sufrirás las palabras de los maldicientes.
Cristo fue también en el mundo despreciado de los hombres, y entre grandes afrentas desamparado de amigo y conocidos, y en la mayor necesidad.
Cristo quiso padecer y ser despreciado, tuvo adversarios y murmuradores, ¿y tú quieres tener a todos por amigos y bienhechores? ¿Cómo se coronará tu paciencia, si ninguna adversidad se te ofrece? Si no quieres sufrir algo, ¿cómo serás amigo de Cristo? Sufre con Cristo y por Cristo, si quieres reinar con Cristo.
(Imitación de Cristo, Thomas de Kempis)
A ti, oh bendito José, venimos en nuestra tribulación, y habiendo implorado la ayuda de tu Santísima Esposa, invocamos confiadamente ta...