A CRISTO REY, CORONADO DE ESPINAS

 Monarca celestial,

te adoro en el misterio de tu Coronación.

Esclavo el mundo del demonio

y desconocedores los judíos

de que eras el Mesías,

te entregan para ser azotado

y coronado de espinas.

Rey de mi alma,

yo he tenido parte con mis culpas

en la coronación de tu Majestad;

he sido cómplice con tus enemigos,

cobarde en la defensa de tu derecho;

he callado

cuando debía unir mi voz

a la de tus defensores;

he permanecido cruzado de brazos, 

cuando debía combatir sin descanso

por tu honor y gloria.

Perdona, Señor, tanta infidelidad

y el haber hecho causa común

con tus enemigos.

Conozco y proclamo

que solo en tu Reino

de santidad y justicia 

está mi bien supremo.

Haz que, desde ahora y para siempre,

me dedique a hacerte reinar

en mi corazón y en todos los corazones,

para que podamos todos un día

rendirte el homenaje eterno de tus escogidos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

ES UN DON PRECIOSO PADECER POR DIOS

Verónica Giuliani cuenta: El día de la fiesta de san Agustín de 1694 tuve por la noche una visión: Me pareció que el Señor con multitud de á...

ENTRADAS POPULARES