LAS ROSAS DE PENITENCIA


 

"Tu alma es un lirio aromado que encanta a Jesús, y encanta a su santísima Madre. Escucha lo que te dice el Amado de tu alma "Si te gusta la blancura del lirio, que es de inocencia, bello y acabado símbolo, me gusta también el vivo color rojo de las rosas, las rosas de penitencia.

¡Cuánto placer tú me causas cuando derramas tus lágrimas, cual refrescante rocío, sobre la flor de las almas! Así podré yo coger cuando quiera a manos llenas esas bellas rosas rojas."

Así de bellamente describe Santa Teresita en su obra "El Divino Mendigo de Navidad" lo que le gusta a Jesús la virginidad y la castidad representada en los lirios, pero también la penitencia, pero la penitencia de amor, aceptada para la salvación de las almas y la nuestra propia.

Cuando se oye hablar de penitencia, uno piensa inmediatamente en los castigos corporales, en los silicios etc...y no es así en todos los casos.

La penitencia es en realidad una pena que se impone o nos imponemos para satisfacer nuestros pecados.

Por ejemplo, cuando el sacerdote nos absuelve en la confesión, nos impone una penitencia, si no la cumplimos, la confesión no es válida.

También nosotros podemos vivir en espíritu de penitencia, es decir, ofrecer las contrariedades de la vida, los sufrimientos, los dolores, como "penitencia" por nuestros pecados o los pecados de los demás, por eso, según Teresita, Jesús nos dice: "Así podré yo coger cuando quiera a manos llenas esas bellas rosas rojas", osea, que si las ofrecemos por los demás, Jesús recoge esas rosas (esas penitencias) y puede aplicar su efecto sobre las almas.

La penitencia es necesaria para ir al cielo, porque aunque Dios perdone nuestras faltas y pecados, tenemos que expiarlos, lo que es decir "pagarlos, satisfacer" de alguna manera por esos pecados para quedar limpios. Si no lo hacemos en vida, tendremos que pasar por el Purgatorio, cuyas penas son mucho más terribles que las penas de la Tierra.

Por eso, hagamos caso a Teresita, ella pone en labios de Jesús esas bellas palabras:

" Me gusta también el vivo color rojo de las rosas, las rosas de penitencia".

(Carmen de Jesús Crucificado, O.C.D.S.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

ES UN DON PRECIOSO PADECER POR DIOS

Verónica Giuliani cuenta: El día de la fiesta de san Agustín de 1694 tuve por la noche una visión: Me pareció que el Señor con multitud de á...

ENTRADAS POPULARES