MARÍA. poema del Padre Lamet


 

Cuando contemplo el brillo de mi aldea

bajo el sol que se ríe con la fuente,

o el trigo que se mece blandamente

y promete nacer mientras verdea;


cuando escucho a José que carpintea

una cuna de olivo, oigo a la gente

que me sabe feliz porque presiente

una ola de luz con la marea…,


los ojos cierro y palpo tu presencia

en este santuario de mi seno.

Oh, mi niño, te siento en mi regazo,


y te escucho latir con la querencia

de un vacío que nunca estuvo lleno,

y un mundo desvalido sin tu abrazo


(Padre Lamet) 

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