Virgen Señora Nuestra Liberadora, ten piedad de todos los difuntos,
nuestros hermanos, especialmente de aquellos más necesitados
de la misericordia de Dios.
Intercede por todos los que han muerto,
a fin de que se complete en ellos la obra del Amor que purifica.
Que nuestra oración, unida a la de toda la Iglesia consiga
para ellos la alegría que supera todo deseo y que lleve el consuelo
y la paz a nuestros hermanos sometidos a la prueba de la espera,
sobre todo los más necesitados y olvidados.
Madre de la Iglesia, ayúdanos peregrinos por el mundo
a conseguir nuestra propia liberación interior y a avanzar cada día
que pasa en nuestro caminar hacia la Resurrección.
Cúranos de toda herida del corazón y del alma, haz que cada uno de nosotros
un apóstol de la esperanza, siempre vigilante, siempre dispuesto.
Refugio de los pecadores y Reina de todos los Santos,
reúnenos a todos un día para la Pascua eterna
en la Casa del Padre, por Jesucristo, nuestro Señor. ¡Amén!
Nuestra Señora de Montligeon, ruega por nuestros difuntos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario