¿Pero qué es esto, Niño mío?
¿También me das tu Corazón?
¿No te basta haber dejado el cielo,
tu eterno cielo de estrellas siempre brillantes,
de Ángeles purísimos que te alaban,
para bajar a esta tierra de abrojos
para sufrir por nosotros hambre,
¿También me das tu Corazón?
¿No te basta haber dejado el cielo,
tu eterno cielo de estrellas siempre brillantes,
de Ángeles purísimos que te alaban,
para bajar a esta tierra de abrojos
para sufrir por nosotros hambre,
frío y sed, cansancio, persecución y muerte?
de la Cruz para rescatar a tantos pecadores
que no te iban a comprender?
¿No te basta haber expuesto tu espalda
purísima a tantos azotes y tus mejillas
a tantas bofetadas y salivazos?
¿No te basta haber abrazado a la
humanidad entera con tus brazos
abiertos sobre una cruz en el monte
del dolor y la humillación?
yo lo acepto pues con tanto amor
me lo entregas, lo acepto para cuidarlo
y protegerlo. Te prometo que desde hoy
me esforzaré por ser mejor, y lo haré
por tu amor, querido Niño, solo
por tu amor...
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